La Ley General de Desarrollo Social debería integrar de manera formal una Política Nacional de Cuidados, con el fin de cumplir en los hechos con los programas y acciones de gobierno para garantizar a la población en general, el acceso a servicios de cuidado, así como los derechos de las personas dedicadas a esas labores, planteó la diputada federal del Movimiento Ciudadano (MC), Amalia García.
La legisladora propuso reformas a la norma señalada, con el fin de que las autoridades correspondientes e instituciones del Estado, garanticen la implementación de programas, estrategias y acciones coordinadas, encaminadas a contar en la realidad, con un sistema de cuidados de las personas.
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Servicios de cuidado
García Medina indicó que la normatividad debe establecer claramente que los servicios de cuidado consisten en la serie de apoyos indispensables para desarrollar las actividades diarias, con el fin de satisfacer necesidades integrales de subsistencia en las distintas etapas de la vida.
La exgobernadora del estado de Zacatecas y diputada federal indicó que la ley tiene que identificar los servicios de cuidado no remunerados, como los llevados a cabo por familiares o voluntarios no profesionales, sin que haya un pago monetario por ello.
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En tanto, los servicios de cuidado remunerados, deberán estar sujetos a una regulación o contrato, en el cual se establezca el monto del pago como contraprestación, dijo.
Agregó que la población “en situación de dependencia”, será la que requiera de ayuda para tener autonomía física, mental, intelectual o sensorial, a fin de desarrollar actividades y atender por sí misma sus necesidades básicas.
Política Nacional de Cuidados
La congresista agregó que la Política Nacional de Cuidados también contemplará los distintos grados de dependencia de una persona, con el propósito de establecer estrategias para garantizar su derecho al cuidado.
Esos servicios serán distintos, conforme a la edad y condiciones de las personas a cuidar, así como los distintos padecimientos que presenten.
La Política Nacional en la materia, abundó, promoverá la corresponsabilidad entre las familias, las empresas privadas, la sociedad civil y el Estado, para brindar cuidados a quienes lo requieran.
Añadió que la normatividad también deberán contemplar una repartición equitativa de las tareas de cuidado entre hombres y mujeres, para que las personas que los necesiten, accedan a ellos en condiciones de igualdad y sin discriminación.
La integrante de la bancada de MC, también pidió que haya coordinación entre instituciones de Estado que atienden los rubros de salud, educación, trabajo y seguridad social.
Lo anterior, para que de manera conjunta, impulsen políticas, programas, estrategias y acciones dirigidas a dar cuidados a personas en situación de dependencia, sea en sus domicilios, o bien, en estancias diurnas o nocturnas.
Capacitación a cuidadores
Agregó que la norma en la materia debe incluir acceso a capacitación, certificación de manera periódica y a seguridad social, a quienes ejercerán el trabajo de cuidadores de manera remunerada.
A quienes lleven a cabo labores de cuidado sin remuneración, también deberán contar con oportunidades de capacitación, certificación e incluso, con acceso a pensión por incapacidad y vejez, propuso.
La diputada García Medina solicitó que en el caso de licencias de maternidad y paternidad, éstas puedan otorgarse cuando los padres tengan hijas e hijos menores de edad o adolescentes con algún tipo de discapacidad, o bien estén a cargo de adultos mayores en situación de dependencia.
Estancias para brindar cuidados
Planteó que se contemplen esquemas de participación entre el sector público y el privado, así como la sociedad civil, para habilitar espacios e instalaciones de cuidados y desarrollo, como guarderías, escuelas con horario extendido, estancias infantiles, y estancias para personas con discapacidad y adultos mayores.
También, casas hogar y albergues, a fin de procurar cuidados a la población de escasos recursos, en vulnerabilidad y desamparo.
Las estancias, dijo, tendrán que ser suficientes y dar servicios tanto diurnos como nocturnos, para quienes necesiten cuidados médicos no intensivos; a aquellos que requieran rehabilitación física para mejorar sus capacidades y reducir su grado de dependencia.