La Secretaría de Educación Pública (SEP) debería implementar normas para evitar la discriminación escolar por motivos de salud y medidas para favorecer la reintegración a sus escuelas, a niños que padecen cáncer, propuso la diputada federal del Partido Acción Nacional (PAN) en la Cámara de Diputados, Laura Patricia Contreras.
La legisladora propuso modificar la Ley General para la Detección Oportuna del Cáncer en la Infancia y la Adolescencia, con el fin de reconocer el derecho de los menores de edad diagnosticados o con sospecha de cáncer, a recibir ayuda de sus compañeros, maestros, directivos y padres de familia, al momento de regresar a sus escuelas.
Con lo anterior, recalcó la promovente, se evitarán tanto la discriminación por motivos de salud, como la violación de los derechos humanos de la niñez y adolescencia.
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“Se pretende garantizar que con el apoyo de estudiantes, docentes y directivos de los planteles educativos, se garantice la reinserción de los menores que tienen que ausentarse a consecuencia de esta enfermedad, ya sea porque tienen que realizarse estudios médicos, tratamientos o por imposibilidad física o falta de recursos”, apuntó.
Señaló que el Estado tiene la obligación de garantizar el acceso de los menores a una educación inclusiva y con respeto a derechos humanos, al interés superior de la niñez, sin discriminación, marginación ni rechazo con motivo del estado de salud.
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También debe otorgar las facilidades necesarias a quienes necesiten ausentarse e interrumpir los horarios y actividades preestablecidas, para evitar que el acceso a tratamiento, asistir a citas médicas y realizar otras actividades asociadas a la atención médica, limite su acceso, permanencia, participación y aprendizaje en la escuela.
Discriminación a niños con cáncer
Expresó que los niños con cáncer no sólo sufren los efectos que la enfermedad provoca en su salud física y mental, sino que en el ámbito social, son víctimas de discriminación e incomprensión por parte de compañeros de escuela, vecinos, maestros y demás personas que no están sensibilizados al respecto.
Subrayó que el tratamiento contra el cáncer, sea en menores de edad o adultos, es sumamente agresivo y provoca entre otras consecuencias, la pérdida del cabello, pérdida de peso, pérdida de apetito, dolores intensos que dificultan la realización de tareas cotidianas, deterioran en general y de manera considerable la calidad de vida.
Ello, aunado a que impiden a los pacientes cumplir con horarios y actividades escolares y laborales cotidianas, aunado a que alteran la vida de sus familiares y personas cercanas.
Cáncer en menores de edad
Contreras Duarte subrayó que el cáncer es una enfermedad cada vez más común en la niñez y juventud mexicanas.
Indicó que a nivel mundial, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se registran 300 mil nuevos casos de cáncer en menores de edad.
A nivel América Latina y el Caribe, se estima que 29 mil menores de 19 años son diagnosticados cada año, y de los cuáles, 10 mil casos son incurables y el menor perderá la vida.
En el caso de México, abundó, es uno de los países con más alta tasa de mortalidad por cáncer infantil.
Esa enfermedad, es la tercera causa de muerte en niñas y niños de 1 a 4 años de edad; la segunda causa entre menores de 5 a 14 años; y la cuarta causa de muerte en México, entre personas de 15 a 24 años de edad, lo cual significa, apuntó, que cada 4 horas un menor de 24 años en el país, fallece a causa de ese padecimiento.
Los tipos de cáncer más frecuentes en la infancia y juventud mexicanas, abundó, son la leucemia, tumores cerebrales y tumores en el sistema nervioso central.