El magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral, Felipe de la Mata Pizaña reconoció que varias de las sentencias que ha emitido dicho órgano “han hecho enfurecer al poder”.
Al participar en la mesa de trabajo “Garantías de los órganos electorales: autonomía, designación, control del legislador”, señaló que es duro para el poder aceptar las acciones afirmativas que ha impulsado el Tribunal.
El magistrado comentó que la justicia electoral se encuentra frente a una paradoja, ya que actores políticos, por una parte, demandan y acceden a los procesos jurisdiccionales, pero por la otra, no quieren cumplir con las reglas cuando les afectan.
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“Es que es difícil cumplir la Constitución, por supuesto, pero por qué ponen principios que suenan tan bien como es igualdad y luego no quieren cumplir, es que es la verdad, suena tan bien me genera tantos votos y después lo olvidamos”.
Comentó que uno de los casos que provocó la molestia del poder fue cuando el Tribunal abordó asuntos parlamentarios.
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“Cómo osamos tratar de decirles que tienen que seguir la Constitución, cuando son una soberanía, a poco no lo han oído, está en todas las noticias o estuvo; y tan es una soberanía que no tienen por qué cumplir las decisiones de los jueces, ni las resoluciones de los jueces”.
De la Mata Pizaña, dijo que “si se busca tener una responsabilidad donde se compensen las violaciones a los derechos humanos” es necesario partir de las bases constitucionales y de los tratados internacionales.