En la Cámara de Diputados, el bloque mayoritario insistió en que la reforma constitucional que acota las facultades del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) no le quita ninguna capacidad a ese organismo.
Solo precisa sus funciones y aclara en qué rubros los magistrados no deben intervenir, remarcó el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales de San Lázaro, Juan Ramiro Robledo.
“No se le está quitando a nadie nada (…) pero nada tiene que hacer el Tribunal Electoral, por ejemplo, en paridad de género o en acciones afirmativas en los otros extensísimos y variados ámbitos de la vida social. Es una manera de poner más en claro la división de poderes en un tema como este”, dijo Robledo Ruiz.
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Subrayó que los cambios en puerta buscan que el Tribunal respete sus ámbitos de intervención, y cumpla con la división de poderes.
Reforma en fast track
El congresista de Morena puntualizó que al posponer el debate en comisiones medio día, ya que la reunión de Comisión programada para la tarde de este lunes 10 de abril, se pasó a la mañana de este martes 11 de marzo, solo se dio el tiempo que algunas fracciones parlamentarias pidieron, para explicar a sus integrantes el alcance de la norma.
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Sin embargo, mañana mismo el tema avanzará en comisión y de inmediato llegará a discusión al Pleno de San Lázaro, expresó.
Freno ciudadano
En contraparte, la bancada del Movimiento Ciudadano (MC) aplaudió que la presión de la sociedad civil haya obligado a hacer una pausa en la aprobación de una reforma que consideró innecesaria y que debilitará al Tribunal.
El coordinador Jorge Álvarez calificó como un triunfo de quienes salieron a las calles a exigir dar marcha atrás a esos cambios negativos y al “plan b” de la reforma electoral, que sólo buscaban y buscan fortalecer a las cúpulas partidistas y debilitar la participación ciudadana y a la institución del Tribunal.
Álvarez Máynez remarcó que no es momento de aprobar reformas electorales y mucho menos que resulten lesivas, frente a las elecciones presidenciales del 2024.
“Debemos de llamar a la sensatez, no a una reforma electoral al vapor y mucho menos a contentillo de las dirigencias partidistas y del régimen en el gobierno”, alertó.