Autoridades federales y estatales informaron que no se descarta ninguna línea de investigación en el caso de los cuatro ciudadanos estadounidenses que fueron secuestrados el pasado viernes 3 de marzo en Matamoros, Tamaulipas.
Sin embargo, Irving Barrios Mojica, Fiscal General de Justicia, comentó que la línea que cobra mayor fuerza es que se trató de una confusión y no de un ataque directo.
“La línea de investigación como todas las investigaciones, tienen bastantes líneas; sin embargo, se va fortaleciendo la línea de que fue una confusión no un ataque directo; esa es la línea que tenemos más viable”.
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Cabe mencionar que una de las víctimas declaró que uno de los presuntos delincuentes le dijo que “alguien los había puesto y que al revisarlos se habían confundido de personas”.
Por su parte, el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, dijo que no existen indicios que permitan confirmar que una de las víctimas tenía relación con el Buró Federal de Investigación (FBI por sus siglas el inglés) y mencionó que ninguna agencia estadounidense participó en el operativo de rescate, ya que la colaboración se limitó al intercambio de información.
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“No hay ningún fundamento para pensar que tengan relación con el FBI y lo que se encontró en el vehículo fueron exámenes de laboratorio médicos, con la intención de que una de las personas americanas venia a hacerse una cirugía de tipo estética a una de las clínicas en la frontera y ese es el motivo de la presencia en Matamoros. Dentro del territorio nacional, no; fueron agencias estatales y federales”.
Las autoridades de Tamaulipas comentaron que aún no se cuentan con los elementos para determinar si José “N”, el único detenido al momento por estos hechos, forma parte del Cártel del Golfo.
En su oportunidad, Luis Cresencio Sandoval, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, informó la seguridad en la zona se va a reforzar con 600 elementos del Ejército mexicano.