El exdirector de Pemex, Emilio Lozoya y su madre Gilda Margarita Austin, comparecen de nueva cuenta ante un juez de control en lo que es la reanudación de la audiencia intermedia por el caso Odebrecht.
Durante la diligencia, las partes debatirán sobre los datos de prueba que eventualmente podrán ser utilizados en el juicio oral, la defensa de Lozoya Austin cuenta con 38 datos, mientras que la Fiscalía General de la República (FGR) tiene 67.
En entrevista a su llegada al Reclusorio Norte, Miguel Ontiveros, comentó en que insistirán en que se fije fecha para la firma del acuerdo reparatorio.
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“Emilio Lozoya Austin solicita que se proceda a la reparación del daño en el caso Odebrecht y en el caso Agronitrogenados, esa es la manifestación que le vamos a formular al señor juez de la causa y para lo cual solicitamos fecha y hora para los efectos de que se señale, además, a quién y en qué cuenta depositar la reparación del daño que supera los 200 millones de pesos. Eso es lo que vamos a manifestar al señor juez en el marco de la audiencia que continuará hoy a escala de la etapa intermedia”, explicó.
Ontiveros Alonso también informó que ya interpusieron un juicio de amparo para que se haga una reparación del daño integral.
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“El día de hoy, en la mañana, promovimos un amparo, con la finalidad precisamente de que se determine la calidad de las víctimas, la calidad de las personas ofendidas y que se proceda a la reparación del daño, lo queremos es hacer una reparación del daño integral y que se ingrese a la cuenta debida para evitar algún algún conflicto posteriormente, presentó esa demanda de amparo con lo cual se abrirá un tiempo prudente pare concluir las negociaciones y vernos aquí de nuevo para los efectos de cubrir íntegramente el daño”, destacó.
En la audiencia del pasado viernes se desahogaron 8 medios de prueba de la FGR, de los cuales fueron admitidos cinco y le rechazaron dos, entre las que se encuentran información bancaria entregada por Suiza, comprobantes de depósitos a cuentas de Emilio Lozoya Austin, recursos que presuntamente provenían de los sobornos de la constructora brasileña, y documentos de Nueva York, por presunta violación al secreto bancario.