El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) no desaparecerá como parte de la iniciativa de la primera Ley General en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (HCTI) que envió en diciembre de 2022 el presidente López Obrador a la Cámara de Diputados.
Raymundo Espinoza, titular de la Unidad de Asuntos Jurídicos del CONACYT, negó esta intención ante las voces que advierten que se busca desaparecer a esta institución, así como a los Centros Públicos de Investigación.
Al participar en el Foro Conacyt – IPN sobre la Iniciativa de Ley General en Materia de HCTI, el funcionario dijo que en este proyecto se contempla un título completo sobre su carácter jurídico y competencias como cabeza de sector.
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“No desaparece el CONACYT, si hay un título completo para el CONACYT, no desaparece. En ese título ustedes van a encontrar la naturaleza jurídica del CONACYT, la competencia, o sea el conjunto de atribuciones que tiene el CONACYT, las facultades que tiene pues no solamente en materia de directriz de la política nacional de HCTI sino también el papel del CONACYT que asume en la rectoría de estos temas como parte del propio Estado, pero también las atribuciones que tiene el CONACYT como coordinador o como cabeza de sector, como le dicen”.
Asimismo, el jurídico del CONACYT señaló que la nueva ley busca que los productos de la ciencia sean considerados como derechos y no como mercancías.
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“Está pensado no ya entendiendo a la ciencia o a los productos de la ciencia o los desarrollos tecnológicos como mercancías sino más bien como derechos y más bien como bienes comunes. Es una lógica muy diferente y no es como también ha aparecido ahí pues no es el paso al comunismo, no es eso, es simplemente poner orden donde ya no había un orden y que el Estado tome las riendas de esta política en un tema que es fundamental para el bienestar del pueblo de México”.
En tanto, María Elena Álvarez-Buylla Roces, directora general del CONACYT, aseguró que previo a 2018 se financiaron con recursos públicos proyectos privados que simularon investigación y desarrollo tecnológico que dejaron sin dinero a la comunidad científica.
“En este contexto se gesta una nueva política en materia de humanidades, ciencias, tecnología e innovación que rompe el paradigma neoliberal que permitió el uso de recursos públicos multimillonarios para financiarse sin ningún sentido científico, mucho menos humanístico, proyectos privados que simularon investigación y desarrollo tecnológico y que en los hechos nos dejaron a toda la comunidad científica sin un solo peso para desarrollar ciencia básica, por ejemplo, en 2017 y 2018”.
La funcionaria agregó que las ciencias sociales son parte del quehacer científico, pues son guía para regir su labor.
“Cuando la ciencia es un quehacer eminentemente humano y por lo tanto emerge de campos sociales y al emerger de campos sociales es fundamental que entregamos a las ciencias sociales dándonos una guía de cuáles son los lineamientos sociales y humanísticos que deben regir nuestro quehacer, la ética por ejemplo. Una ciencia sin ética puede generar armas de destrucción masiva, puede generar instrumentos de manipulación a través de las tecnologías inteligentes que están tan de moda. Entonces el contexto social y esto se manifiesta en la ley con la equidad epistemológica, la equidad entre las disciplinas y la promoción de los programas nacionales estratégicos, siempre con un componente social”.
Las autoridades del CONACYT defendieron la iniciativa de la Ley General en Materia de HCTI al argumentar que los alertamientos hechos alrededor del proyecto son una campaña de desinformación.
Negado que sea un tema ideológico, pues es de derechos para la población, rechazaron que se busque la eliminación de apoyos a estudiantes y académicos, pues ahora se prohíben los fideicomisos y los apoyos se entregan de manera directa.