Especialistas de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente junto con personal de Parques y Vida Silvestre y Protección Civil de Nuevo León, atendieron a una cría de oso que se encontraba en malas condiciones de salud.
El ejemplar había ingresado a un rancho del municipio de Mina, donde fue contenido y asegurado.
De acuerdo con el reporte médico, se trata de una hembra de oso negro de un año, la cual tenía un peso de 9 kilogramos.
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Presentaba lesiones en la pata derecha, laceraciones en el costado derecho, sarna, pulgas, desnutrición y deshidratación, por lo que se le brindó la atención que requería.
Posteriormente fue trasladado a una Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre, donde será rehabilitado.
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Asimismo, el ejemplar será sometido a diversos estudios médicos para determinar con precisión su estado de salud y establecer el tratamiento más adecuado para su pronto recuperación.