La Comisión Nacional de los Derechos Humanos rechazó que el llamado Plan B en materia electoral ponga en riesgo las funciones constitucionales del INE.
En un posicionamiento sobre las modificaciones legales que se aprobaron esta semana, el organismo que encabeza Rosario Piedra Ibarra consideró que cualquier análisis que se haga sobre el tema, debe trascender el ámbito exclusivo de los partidos políticos hacia toda la ciudadanía en general.
Negó que se afecte la autonomía del órgano electoral, al considerar que no se le imponen reglas concretas o específicas sobre la forma en que habrá de operar o funcionar y que solo se plantea una reestructura de sus órganos.
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“Así, el que exista un posible atentado a las funciones electorales con la disminución de la estructura del INE constituye una cuestión meramente fáctica y no abstracta”, señaló.
La CNDH retomó el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador, al manifestar que la reforma electoral busca eliminar los excesos en que ha incurrido el INE y sus antecesores.
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Indicó que “los organismos electorales históricamente sólo han servido para mantener vicios que por años han manchado nuestros procesos electorales”.
El organismo dijo que solo basta recordar “algunas de sus posiciones que han puesto en duda su neutralidad".
Acusó al INE de ser una institución que se ha caracterizado por los abusos en el uso de gasto público, constituyéndose como uno de los organismos de esa naturaleza más costosos del mundo.
Asimismo, resaltó que se busca disminuir la excesiva burocratización del INE, ya que se tiene conocimiento de que ostenta una estructura que permite duplicidad de funciones.
La CNDH concluyó que, con estas reflexiones, busca abonar al debate público, desde su ámbito de atribuciones y siempre bajo una perspectiva de derechos humanos.