CÁMARA DE DIPUTADOS

Que caso García Luna siga ‘tope donde tope, caiga quien caiga’: Creel

Cuidadoso de no mencionar directamente al expresidente Felipe Calderón, el congresista pide que la ley se aplique contra quien resulte responsable.

Santiago Creel, diputado federal por el PAN.
Santiago Creel, diputado federal por el PAN.Créditos: Cuartoscuro
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El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Santiago Creel, afirmó que el caso del exsecretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, sentenciado por narcotráfico y otros delitos en Estados Unidos, se debe aplicar la máxima de que “la ley es la ley” y se debe aplicar contra quien la transgreda, “caiga quien caiga”.

Consultado directamente sobre la posible responsabilidad del expresidente Felipe Calderón, a quien en ningún momento aludió por nombre, Creel Miranda señaló que las autoridades deben investigar y aplicar la ley contra quien resulte responsable, “tope donde tope”.

“Si esto sigue con otros funcionarios o servidores públicos a los niveles que sea, ¡que siga!, porque es un crimen, no solamente que debe de exhibirse, ¡claro que debe exhibirse pero debe de castigarse, tope donde tope! México no puede darse el lujo que estas cosas sucedan”, y menos que la justicia de otro país intervenga antes que las autoridades nacionales, sentenció.

De “súper policía” a “súper traidor”

Al demandar que el Ministerio Público y la autoridad competente intervenga en el caso, avance en las investigaciones que de acuerdo al Gobierno Federal se están llevando a cabo contra García Luna, el congresista del PAN lamentó que un servidor público como él se haya corrompido de manera tan grave y traicionado al país.

“Se decía que era un súper policía, lo que resultó ser es un ¡súper traidor, traidor a México, traidor a su institución y traidor a sí mismo! No pudo haber tomado un camino más equivocado que el que tomó”, externó.

Creel Miranda también dijo estar consciente de que las fuerzas políticas del bloque mayoritario en el país politizarán el tema y buscarán hacer extensivas las culpas, y por eso, en lo personal decidió “dar la cara”.

Niega Creel trato con García Luna

Aseveró que como exfuncionario del gobierno del expresidente Vicente Fox, como titular de la Secretaría de Gobernación (SEGOB) del año 2000 al 2005, no tuvo conocimiento de los ilícitos en los que estaba incurriendo el señalado

Afirmó que en cumplimiento de las jerarquías, nunca tuvo trato directo con García Luna, sino con sus superiores, en ese entonces en la anterior Procuraduría General de la República y en su momento, en la Secretaría de Seguridad Pública.

Tras reiterar que las acusaciones y cargos fincados contra el exintegrante del Gobierno Federal en la época de Felipe Calderón son muy graves y obligan a revisar hasta donde se extendieron sus “raíces” en instituciones públicas, reiteró que la situación se politizará.

Afirmó que él en lo personal no se prestará a “echar culpas” a la actual administración sobre la persistencia no solo de la operación del Cártel de Sinaloa y sus líderes, como el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, de los altos índices de violencia asociada al crimen organizado y el poder del narcotráfico.

Lo prudente, dijo, es tomar el caso García Luna como ejemplo, continuar con las investigaciones y seguir haciendo frente, pero con efectividad a la delincuencia organizada.

Incidente Michoacán

Sobre la extensión del narcotráfico en distintas regiones del país, y tras diferir con el senador Morena, Ricardo Monreal, y sus advertencias sobre el “narcoestado”, el diputado Creel narró una experiencia personal.

Indicó que durante un periodo de campañas, quiso asistir a actos proselitistas en Michoacán, donde una candidata al municipio de Quiroga se le acercó y le dijo que estaba siendo presionada y amenazada por el crimen organizado.

Añadió que camino a Taretan, también en Michoacán, el vehículo en el que viajaba junto con el presidente del partido, fueron detenidos en un retén de miembros del crimen organizado, portadores de armas largas y con vehículos blindados, quienes les advirtieron que no podían transitar por el lugar, hasta que se diera “permiso”.

“En mi vida, como ciudadano mexicano me sentí tan mal, de que se atreviera alguien a pararme en una carretera y que era un cruce de caminos, que no fuera una autoridad civil que estuviera fundamentada en ley, nunca”, remarcó.