El presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, afirmó que las reformas que ya fueron aprobadas como parte del llamado plan B no se podrán aplicar en los comicios que se realizarán este año en Coahuila y el Estado de México.
Al participar en la firma del acuerdo por la Integridad Electoral para el Proceso Electoral 2023 en Coahuila, el funcionario sostuvo que las reglas no serán un problema, y menos si la Suprema Corte de Justicia Nación (SCJN) emite un fallo favorable para que las reglas de las elecciones del 24 sean las mismas que han dado estabilidad y gobernabilidad democrática al país.
“Que ninguna de las modificaciones planteadas por dicho Plan B y subrayo, ninguna, con independencia de la disputa judicial que está ya en curso y que se multiplicará en las semanas por venir, serán aplicables para los comicios que se celebrarán en esta entidad el próximo 4 de junio", indicó.
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"Y desde ese punto de vista, las condiciones de equidad, de gobernabilidad, democrática y de garantías del sufragio que hasta ahora han permitido la recreación de nuestra convivencia política a lo largo de los nueve años, estarán vigentes en el proceso electoral que culminará con la elección del 4 de junio en el estado de Coahuila”.
Por su parte, el presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Reyes Rodríguez Mondragón, aseveró que las autoridades electorales asumen el compromiso de apegarse a los principios constitucionales.
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“Asumimos ante la ciudadanía el compromiso irrenunciable de respetar las leyes en materia electoral de apegarnos a los principios constitucionales, de contribuir a la celebración de elecciones auténticas, de elecciones libres, transparentes e imparciales, de procesar las diferencias a través de los cauces institucionales y tutelar el voto bajo el principio de que esta es la expresión ciudadana que define quienes nos representan”.
En este contexto, Lorenzo Córdova hizo un “firme llamado” a los contendientes y autoridades para que respeten las reglas del juego democrático, porque respetar las leyes vigentes constituye el primer paso para dotar de legitimidad democrática al Congreso y al gobierno que surgirá de las urnas.