Los adultos mayores son considerados un sector de población muy vulnerable, es por ello que, de manera permanente, la Secretaría de Salud en México impulsa campañas de vacunación con el fin de evitar enfermedades, dado que el sistema inmunológico de este sector de la población se ve afectado por factores como la edad, estilo de vida y padecimientos crónicos como la diabetes o la hipertensión.
De acuerdo con la información de IMSS-Bienestar todos los adultos mayores de 60 años deben contar con cuatro vacunas. Aquí te decimos de cuáles se tratan.
Influenza estacional
Cada año a partir de octubre en México, con la llegada con la llegada de las bajas temperaturas, inicia la campaña de vacunación contra la influenza estacional.
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Adultos mayores de 60 años y niños menores de cinco años deben acudir a su centro de salud para vacunarse completamente gratis. Su aplicación se hace de octubre a marzo de cada año.
Neumococo
La neumonía, que es una infección que afecta a los pulmones y en especial a los adultos que tienen un sistema inmunológico debilitado, ya sea por una complicación de una simple gripe, o por otras enfermedades como la diabetes, asma, bronquitis, enfermedades cardiacas o insuficiencia renal crónica.
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Por estos motivos, es importante la vacuna contra el Neumococo, que ayuda a prevenir infecciones bacterianas como la neumonía, la meningitis y la septicemia, enfermedades que, de complicarse, pueden causar la muerte.
Esta inoculación se debe llevar a cabo después de los 65 años, según los datos arrojados por el IMSS-Bienestar, en adultos que no se han vacunado y a los 5 años de esa primera vacunación por única vez. Una persona mayor de 60 años puede ser inmunizada siempre y cuando sea recetado por un médico y debido a sus antecedentes clínicos.
Tétanos-Difteria
La vacuna del tétanos y difteria se aplica a un mayor número de población ya sea en la versión Tétanos difteria (Td) o la Tétanos difteria y tosferina (Tdap). En el caso de los adultos mayores se debe aplicar dicha vacuna si ya han pasado más de 10 años de la última dosis, en caso de heridas, sobre todo las hechas con metales. Para completar este esquema de vacunación adecuadamente se deben aplicar tres dosis, la primera a partir de los 60 años, un mes después el primer refuerzo y la tercera aplicación deber ser un año después de la primera dosis. Posteriormente se debe aplicar cada 10 años.
Cabe señalar que otras vacunas como Herpes zóster y Hepatitis B no son obligatorias para los adultos mayores pero bien vale la pena buscarlas y aplicarlas, eso sí, no sin antes consultar la opinión de un especialista para que haga una valoración de acuerdo con el historial clínico del paciente.