Como una “visita fraterna” calificaron los obispos de México la reunión que sostuvieron con el presidente Andrés Manuel López Obrador a quien, aún sin tratar el tema de manera directa, le entregaron una copia de los acuerdos establecidos en los Diálogos por la Paz, con los que buscan aportar para revertir la violencia en el país.
En conferencia de prensa posterior al Mensaje al Pueblo de Dios con motivo de la Asamblea Plenaria, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Rogelio Cabrera López explicó que se reunieron por alrededor de una hora con el jefe del ejecutivo, sin que hubiera intercambio de opiniones sobre temas nacionales, solo mensajes de ambas partes en donde la iglesia habló de reconstrucción del tejido social, violencia, libertad, migración y paz, entre otros temas y el mandatario respondió con información sobre economía, inversión extranjera y remesas.
Al trascender que quien solicitó ser recibido en esta reunión de los obispos fue el propio López Obrador, Monseñor Cabrera López dijo que lo menos importante es quién pidió la presencia, sino la relación fraterna para escucharse entre ambas partes.
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Respecto a las reuniones con Claudia Sheinbaum Pardo y Xóchitl Gálvez Ruiz, calificadas por la iglesia como “ciudadanas que están en busca de un mejor país”, detalló que a cada una se les otorgaron espacios de 15 minutos y la única que habló sobre seguridad, violencia y paz fue la coordinadora para la construcción del Frente Amplio por México.
Monseñor Francisco Figueroa Cervantes apuntó en el mensaje de los obispos, que México sigue padeciendo la violencia, desapariciones y otros delitos que agravian a la sociedad, por ello asumieron la tarea de seguir construyendo caminos entre iglesia y sociedad para superar el problema.
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Finalmente el obispo Gustavo Rodríguez Vega reiteró el problema de la migración no solo en México sino en toda la región y aprovechó para denunciar que las redadas que en los últimos días se han realizado en la Ciudad de México solo sirven para tratar a estas personas como criminales y no otorgarles la posibilidad de encontrar una mejor condición de vida.