El dirigente del PAN Marko Cortés exigió una respuesta urgente, rápida y eficaz en Guerrero ante los estragos que provocó el impacto del huracán Otis, especialmente en Acapulco.
Advirtió que, de no resolverse de inmediato las demandas de servicios básicos, es decir agua, luz, alimentos, combustible, comunicación, transporte y apertura de carreteras, la situación se convertirá en una crisis humanitaria.
El líder panista sostuvo que el gobierno de México sabía de la magnitud del huracán, pero no hizo nada para prevenir oportunamente a la población.
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Denunció el “uso electoral de la tragedia”, al mencionar que se está impidiendo que organizaciones y representantes de la sociedad civil entreguen ayuda a damnificados.
Señaló que los ciudadanos que van a entregar alimentos o agua a sus familiares o que acuden a buscarlos, también son objeto de saqueo por parte de los servidores de la nación, al quitarles víveres, ropa o medicinas en los caminos.
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Cortés Mendoza criticó que el gobierno obstaculice la llegada de apoyo, haciendo a un lado a la sociedad civil y centralice la ayuda a través del Ejército y los llamados "Cuervos" de la Nación.
El presidente del PAN dijo que, aunque el primer mandatario lo niega, se redujeron de manera importante los recursos para la atención de los desastres naturales en su etapa de emergencia y de reconstrucción.
"Ante la eliminación del Fideicomiso del Fondo de Desastres, ahora solo se dispondrá del monto que de forma absolutamente discrecional define el gobierno, sin transparencia y sin reglas. Por lo que en la discusión del PEF 2024 exigiremos que regresen los recursos del FONDEN", anticipó.
Asimismo, Cortés Mendoza criticó a la gobernadora Evelyn Salgado, por su ausencia frente al caos, el desorden y la rapiña, así como por la falta de una respuesta inmediata en la atención de las personas afectadas por el huracán.