La diputada federal de Morena, Salma Luévano, de nueva cuenta acudió disfrazada al recinto parlamentario y en esta ocasión, al vestirse de manera similar a un cardenal o líder religioso, generó rechazo entre los congresistas del PAN.
Al subir a la Tribuna a proponer cambios legales para prohibir que líderes religiosos, sacerdotes y demás representantes de ese tipo de cultos difundan discursos de odio contra la diversidad sexual, la diputada Luévano Luna usaba una túnica color rojo.
También portaba un sombrero alargado en forma de cono cuyo nombre en el culto católico es “mitra”, y es utilizado por obispos, arzobispos y el Papa.
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En protesta por el uso de esa vestimenta y el contenido de la iniciativa, los congresistas del PAN que se encontraban en el Salón de Sesiones, abandonaron el lugar.
Discursos de odio desde el púlpito religioso
La congresista trans y presidenta de la Comisión de Diversidad presentó una iniciativa de reforma para prohibir a líderes y representantes de organizaciones religiosas, emitir discursos de odio contra las personas de la diversidad sexual.
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Los cambios a la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público señala que ese tipo de agrupaciones deberán “abstenerse de proferir discurso de odio”.
Dichas manifestaciones se caracterizan por mostrar “el deliberado ánimo de menospreciar y discriminar a personas y grupos por razón de cualquier condición o circunstancia personal, étnica, social, orientación sexual, identidad y/o expresión de género”, añade.
Agrega que constituirán infracciones a la norma, la emisión de discursos de odio en el ejercicio de los actos permitidos a las asociaciones religiosas y de culto, y también en medios de comunicación.
Lo anterior, cuando de manera deliberada tengan el ánimo de “menospreciar y discriminar a personas o grupos por razón de cualquier condición o circunstancia personal”, incluyendo la orientación sexual, la identidad y la expresión de género.