Luis Echeverría Álvarez (LEA), expresidente de México, murió a los 100 años de edad, es uno de los exmandatarios más polémicos en la historia del la nación, al grado participar presuntamente en la matanza de estudiantes en Tlatelolco.
Se estima que fueron más de 300 estudiantes y líderes civiles asesinados a manos del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, cuando Luis Echeverría era secretario de Gobernación.
Echeverría fue cómplice de Ordaz
En entrevista para MVS Noticias, Esther Vázquez Ramírez, profesora investigadora de Estudios Sociales e Históricos de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) nos asegura que es innegable que Echeverría tuvo que ver en la matanza de jóvenes.
"LEA era Secretario de Gobernación durante el gobierno de Díaz Ordaz, por lo tanto, es innegable que tuvo participación en la matanza ocurrida el 2 de octubre de 1968 pues el titular de la Segob por aquellos años era el personaje más importante después del Presidente", indicó la experta.
Echeverría buscaba ganarse la confianza de los jóvenes
Pese a las duras críticas por el trágico acontecimiento, Luis Echeverría ganó la elección presidencial en 1970 y para ganarse la confianza de los jóvenes universitarios aumentó el presupuesto de la máxima casa de estudios.
En ese sentido, la experta nos confirma que el exmandatario "para lavar su honor, decidió acercarse al sector estudiantil de educación media y superior, impulsando una política educativa basada en el aumento del presupuesto a la educación en general y para dichos sectores educativos en particular”.
“Un ejemplo claro fue la participación del gobierno en la creación de la UAM y el aumento de los presupuestos de las Universidades estatales de todo el país", añadió.
En pocas palabras, asegura que la política educativa del régimen del expresidente fue la respuesta al movimiento estudiantil del 68 y sus consecuencias políticas.
“Fue una manera muy concreta de acallar el descontento de grandes grupos de la comunidad universitaria que repudiaron el autoritarismo de un Estado que no titubeó en asesinar y desaparecer a personas indefensas", señaló.
Descontento social
Sobre los secuestros y desaparición de personas, Vázquez Ramírez dijo que esto fue la respuesta a la represión política que sufrieron luchadores sociales en el ámbito rural y urbano.
"Las brutales represiones del Estado hacia los estudiantes durante 1968 y 1971, trajeron como consecuencia una reorganización en células de guerrilla urbana y rural que siguieron cuestionando al Estado. Como ejemplo tenemos a la Liga Comunista 23 de septiembre, que operó durante su gobierno", sentenció.
Cero tolerancia con la prensa
Casi al final de su sexenio, hubo otro capítulo negro del exmandatario mexicano, el 8 de julio de 1976 el periodista Julio Scherer y su equipo recibieron un atentado contra la libertad de expresión.
La historiadora nos comenta que Echeverría intentó por todos los medios hacer aparecer que respetó la libertad, pero en los hechos no fue así.
"La vena autoritaria de su régimen se dejó sentir en el control de los medios de comunicación, en el conflicto con el grupo de periodistas liderados por Julio Scherer García al interior del periódico Excélsior y en las grandes diferencias de opinión que se generaron entre Daniel Cosío Villegas y el presidente. Solo como muestra de su política represiva y autoritaria. La mano dura del 68, siguió vigente", señaló.
¿Qué fue lo rescatable durante su gobierno?
La investigadora cree que fue la política exterior, que se distinguió por ser antimperialista y de respeto y apoyo a las luchas de los pueblos latinoamericanos contra las dictaduras del cono sur.
"El presidente era candil de la calle oscuridad de su casa, significó un gran apoyo para las causas de la autodeterminación de los pueblos y un freno a la voracidad del imperialismo estadounidense", finalizó así Vázquez Ramírez sobre Luis Echeverría, que este viernes murió a los 100 años, uno de los más polémicos en nuestra historia.