El número de víctimas de trata de personas menores de 19 años se ha triplicado en los últimos 15 años, mientras que la proporción de niños se ha multiplicado por cinco, denunció Tejiendo Redes Infancia America Latina y el Caribe.
Con motivo del Día Mundial Contra la Trata de Personas, a nombre de las organizaciones que la integran, Juan Martín Pérez Rodríguez, hizo un llamado a los Estados a reconocer este delito como una expresión de las redes de macrocriminalidad integradas por funcionarios corruptos, operadores criminales y empresarios coludidos en el lavado de dinero.
El Informe Mundial sobre la Trata de personas de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, 2020), destaca que la proporción de niñas víctimas de trata pasó del 10 al 19% y la de niños del 3 al 15%, representando en conjunto el 34% del total global de víctimas de trata detectadas. A nivel mundial, siete de cada diez niñas víctimas han sido reclutadas con fines de explotación sexual; mientras que entre los niños víctimas, la forma de explotación más identificada son los trabajos forzados (66%).
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Aunado a ello, un gran número de niñas, niños y adolescentes en la región son víctimas de la violencia institucional, la discriminación estructural y la violencia armada generalizada que cada día más les obliga a dejar atrás sus países solos o en compañía de sus familias exponiéndose con ello a ser víctimas del crimen organizado, detalló.
Es importante destacar que la proporción de víctimas de trata está creciendo más entre poblaciones migrantes en las distintas fronteras de América Latina y el Caribe. En México, Centroamérica y Venezuela, la crisis institucional de derechos humanos se traduce en que los grupos del crimen organizado transnacional encuentran un paraíso de impunidad.
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Después de la venta de armas el tráfico de personas es el delito que más genera ganancias económicas al crimen organizado en todo el mundo. Las redes de tráfico de personas con fines de explotación sexual operan en la región y han generado una red entre Centroamérica, México , Venezuela y los Estados Unidos, las víctimas principales son niñas, niños y mujeres.