Los obispos de México convocaron a las comunidades parroquiales, movimientos laicales e institutos de vida consagrada, a reforzar las acciones en el marco de la Jornada de Oración por la Paz y anunciaron que dedicarán un día a las personas desaparecidas y muertas por la violencia y otro por la conversión de los victimarios.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), a través de su presidente Rogelio Cabrera y el Secretario General Ramón Castro Castro, recordaron que iniciaron “este itinerario de construcción de paz y el reto que enfrentamos de mantener la memoria, demandar justicia, frenar la violencia y ser artesanos de paz”, para pedir la pacificación del país y han convocado a un diálogo nacional para ello, el cual a la fecha no ha tenido respuesta de parte de las autoridades federales.
Por ello es que para el domingo 24 de julio han invitado a llevar a los templos las fotografías de las personas amigas o familiares que han perdido la vida a consecuencia de la violencia o que se encuentran desaparecidas.
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A la par han llamado a los sacerdotes a que realicen una oración especial por estas víctimas para pedir verdad y justicia y consuelo para sus familiares
Para el domingo 31 de julio, fiesta de San Ignacio de Loyola, se ha pedido que sea un día de oración por la conversión de los victimarios, y para que se logre realizar “la mejor política” que convoca el Papa Francisco en el capítulo 5 de su encíclica Fratelli Tutti, centrada en el encuentro, el diálogo, el consenso y la restauración de la comunidad.
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Finalmente, los obispos se dijeron convencidos de emprender un proceso de construcción de paz y su base está en la oración que tiende puentes.