De acuerdo a la organización Signos Vitales, el rezago en la región sur del país se ha agravado a pesar de la narrativa del actual gobierno de “primero los pobres”, ya que los indicadores sociales muestran un claro retroceso, aseguró el director Carlos Lascurain.
Durante la presentación y análisis del reporte “El Sur de México: atraso, brechas y abandono”, se puso en evidencia que durante esta administración federal la pobreza laboral extrema aumentó 11% con la pandemia; en el primer trimestre del 2022, la pobreza en esos estados apenas ha disminuido 2.5% mientras que en la zona metropolitana de la Ciudad de México la disminución fue de 7.8%.
Los estados con mayor pobreza extrema en el país siguen siendo los del sur: Guerrero en último lugar; Chiapas en la posición 31; Oaxaca en el lugar 30; Veracruz 29; Tabasco, 28 y Puebla en la posición 27.
Te podría interesar
Al sur llegan menos programas sociales que en el resto del país: sólo 2.6 intervenciones por beneficiario. En la zona metropolitana de CDMX los apoyos sociales se duplican y también son mayores en el resto del país; siete de cada diez personas que viven en el sur no cuentan con un ingreso suficiente para adquirir la canasta básica para una familia de dos personas.
También se conoció que 81 de cada 100 personas que nacen en el sur por debajo de la línea de pobreza permanecen pobres el resto de su vida. Sólo 76 de cada 100 trabajadores no gozan del derecho a la salud y el sector privado, nacional y extranjero, invierte cada vez menos en construcción, -47.2% en los últimos dos años, caída de casi el doble que a nivel nacional.
Te podría interesar
El Reporte de la organización Signos Vitales, muestra la preocupante realidad que ha vivido la región sur del país desde hace décadas y que ahora, con la actual administración, ha empeorado, ya que las políticas públicas emprendidas por el gobierno federal y la capacidad de respuesta de los gobiernos estatales no han abonado para mejorar las condiciones de vida de la población. De hecho, en muchos de los casos la región presenta un severo atraso y abandono, concluyó Carlos Lascurain.