Ucrania registró en 1986 uno de los sucesos más trágicos de la historia, un rector nuclear estalló en la planta de Chernóbil, cuando el territorio estaba controlado por la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), dejando 31 muertos inmediatos debido al envenenamiento por radiación y esa misma dañó a futuro el medio ambiente y las producciones agrícolas.
De acuerdo con los expertos, la explosión 500 veces mayor que la liberada por la bomba atómica arrojada por Estados Unidos en Hiroshima en 1945, llevó al Gobierno de la Unión Soviética a la evacuación de urgencia de 116 mil debido a los materiales químicos expulsados y aunque no se crea, el desastre llegaría a México en forma de corrupción y leche radioactiva.
¿Cómo llegó la leche contaminada a México?
El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) determinó que la Secretaría de Salud debe dar a conocer el documento histórico donde se muestra que cómo el alimento fue traído de Irlanda entre 1986 y 1987 y cómo fue sacado de Ucrania.
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Se sabe de acuerdo con documentos en el archivo histórico que el Gobierno de México, que compraba toneladas de leche en polvo para la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (CONASUPO), adquirió leche radiactiva que se distribuyó entre los niños más desfavorecidos del país.
Fue entonces cuando la OMS y el embajador de México en Brasil, Antonio González, emitieron una alerta al gobierno De la Madrid informando que la leche estaba contaminada y era altamente tóxica.
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Miguel de la Madrid ignoró las alertas
El gobierno encabezado por el entonces presidente mexicano, Miguel de la Madrid, optó por ignorar las advertencias, porque comprar leche significaba ahorrar dinero.
A su vez, el gobierno prefirió el dinero y la corrupción en lugar de la salud y, de junio a agosto de 1986, cinco barcos de Irlanda transportaron leche en polvo contaminada.
Estudios comprobaron que la leche era radioactiva
El vicealmirante Manuel Rodríguez Gordillo, quien comandaba de la Tercera Zona Naval de Veracruz, informó de los daños a la salud de varios elementos del cuerpo de infantería por dicha leche.
Miguel Ángel Valdovinos, físico que presidía la jefatura de análisis nucleares de la planta nuclear de Laguna Verde en Veracruz, emitieron un alerta la comprobar que leche contenía Estroncio-90, un componente de residuos nucleares, y Cesio-137, el cual era 10 veces superior a lo que un ser humano puede tolerar.
En los años noventa se creó una comisión legislativa para buscar a los responsables, sin embargo, ningún funcionario público piso la cárcel, el gobierno del PRI hizo caso omiso sin importarle la salud de los mexicanos con la leche radioactiva por Chérnobil.