El Horario de Verano podría estar viviendo sus últimos momentos en el país, ya que la Cámara de Diputados prevé someter a discusión la iniciativa presentada en esa materia, por el vicecoordinador de la bancada del Partido del Trabajo (PT), Gerardo Fernández.
Sin contar con un dictamen, ya que el tema no pasó por el análisis en comisiones, los diputados federales valorarán la propuesta de abrogar el decreto por el que se establece el Horario Estacional que se aplicará en los Estados Unidos Mexicanos, y de reformar la Ley del Sistema Horario.
El planteamiento del diputado Fernández Noroña establece que de aprobarse la reforma, entraría en vigor al siguiente día de su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
En artículos transitorios establece que las legislaturas locales deberán ajustar las normas federales y locales aplicables, en un plazo de 15 días posteriores a la publicación de la reforma; aunado a que tomarán las medidas necesarias para difundir oportunamente entre los ciudadanos, la decisión tomada.
Adiós al horario de verano
El proyecto presentado por el diputado Noroña, señala que desde el gobierno del Presidente Carlos Salinas de Gortari, y por motivos “principalmente económicos para los potentados, los gobiernos neoliberales impulsaron el horario de verano“.
Refiere que en 1996, el entonces Presidente Ernesto Zedillo, propuso y aprobó implementar a nivel nacional el Horario de Verano, consistente en adelantar simultáneamente una hora el reloj en todo el territorio nacional, del primer domingo de abril al último domingo de octubre de cada año, durante siete meses.
Puntualiza que en febrero de 2001, por decreto presidencial, se redujo el periodo de aplicación del horario modificado, de siete a cinco meses, iniciando el Horario de Verano el primer domingo de mayo y terminando el último domingo del mes de septiembre.
Precisa que actualmente aplican en el país la Ley del Sistema de Horarios, expedida en diciembre de 2001; así como el decreto por el que se establece el horario estacional, publicado el 1 de marzo de 2002.
Interésese económicos
El legislador petista argumenta que pese a los señalamientos científicos, legislativos y la voz popular a favor de eliminar el Horario de Verano, hasta ahora “han prevalecido los intereses económicos de unos cuantos a pesar de la existencia, de cada vez mayores efectos contraproducentes de tal medida“.
Afirma que todos los seres vivos están expuestos a las afectaciones del cambio de horario, como alteraciones en el funcionamiento de sus organismos, e incluso en comportamientos, conductas y actividades.
Agrega que cada día hay más malestar sobre las complicaciones que genera adaptarse a constantes cambios de horario por motivos laborales y escolares, y verse obligados a alterar las actividades cotidianas.
“Así como hay evidencia médica que, como consecuencia de tal modificación, se generan alteraciones del sueño al afectar el ritmo cardiaco y aumentar la sensación de cansancio, irritabilidad o cambios de humor”, afirma.
“Razones científicas, de salud y demás sobran, es hora de dejar de agredir a la población en general por beneficiar a unos cuantos“, dice el documento publicado en la Gaceta Parlamentaria.