El Programa Escuelas de Tiempo Completo desapareció y fue sustituido por La Escuela es Nuestra (LEEN), enfocada a mejorar la infraestructura educativa, sin embargo, el movimiento Educación con Rumbo, cuestionó que a un año de la implementación del mismo, existan serias denuncias de fraudes y no haya datos que transparenten el ejercicio de los recursos.
Patricia Ganem, coordinadora de investigación de esta organización, apuntó que de acuerdo al estudio más reciente del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), correspondiente al 2018, 47% de las escuelas en el país no tienen suministro de agua mediante la red de agua potable; 80% no cuenta con bebederos; solo 84.2% tiene sanitarios independientes y casi el 20% carece de electricidad. Oficialmente 2 de cada 10 alumnos no cuenta con servicios básicos en sus escuelas.
Ganem agregó que desde el año 2000, los gobiernos federales han creado y eliminado programas de infraestructura escolar, sin que medie evaluación de los resultados al respecto; actualmente con LEEN, donde se da el dinero a los padres para que decidan y ejecuten las obras, se ha documentado que un número importante de tesoreros o tesoreras han huido con el dinero, esto en Morelos y Michoacan.
Otros ante la comprobación con notas a mano o simples, sin que sean oficiales, han aumentado los costos de las obras que se realizan; en algunos estados han sido presionados por constructoras que abandonan los trabajos sin concluirlos.
Ante el anuncio del gobierno de implementar las “Fases de Aprendizaje” como un nuevo sistema, Educación con Rumbo señaló que aún cuando es positivo, existen otras prioridades como la infraestructura o la capacitación previa y adecuada a los docentes para su ejecución.