La Comisión Nacional de los Derechos Humanos denunció que en los últimos años se han cometido abusos, infracciones y delitos en nombre de la protesta social vulnerando las libertades y desprestigiando el derecho a manifestarse.
Después de recibir el edificio de la calle de República de Cuba número 60 que estuvo tomado durante 19 meses por colectivas feministas, el organismo dijo que a las ocupantes no les interesó el dialogo y que abusaron de lo que pretendió vestirse de "protesta social" y de una supuesta condición de víctimas.
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Afirmó que se pretendió crear una "ínsula de impunidad en el corazón de la ciudad" que nada tenía que ver con la defensa de los derechos humanos, ante la complacencia de líderes partidistas, funcionarios, legisladores y de una organización internacional que además de financiar, encubrían lo que ahí pasaba a espaldas de la ley, en nombre de las víctimas, las cuales ya habían abandonado el inmueble.
El organismo que encabeza Rosario Piedra Ibarra denunció que encontró en el lugar botellas de bebidas embriagantes, cohetones y bombas molotov; marihuana; instructivos para fabricar bombas caseras, así como para sembrar marihuana, además de listados de donantes y organizaciones que apoyaban a quienes consumaron el despojo.
Señaló que el edificio requerirá de un proceso de limpieza, recuperación y mantenimiento profundos para que la CNDH pueda cumplir su compromiso de que dicho espacio sea convertido en un lugar de atención a víctimas, principalmente mujeres.
Respecto a la situación legal de las personas detenidas durante la recuperación del edificio, la Comisión informó que ha verificado que su proceso se realiza conforme a la ley y en estricto apego a sus derechos humanos.
Indicó que el inmueble se encuentra bajo el resguardo del Servicio de Protección Federal, y una vez que se cuente con mayor información y detalles de los daños cuantificados se harán de conocimiento público.