Gabriela Ramos, subdirectora General de la Unesco para Ciencias Sociales y Humanas, reconoció que 130 millones de personas en el mundo volvieron a la pobreza como efecto de la pandemia por Covid-19 y los más afectados son los jóvenes que carecen de oportunidades de desarrollo.
En el marco de la presentación del proyecto “Danzar entre las brumas. Género y juventudes en entornos desiguales en América Latina y el Caribe”, señaló que las desigualdades se reproducen en las oportunidades y la crisis económica tiene cara de mujer, porque son quienes principalmente hicieron frente a la pandemia a través del cuidado no remunerado de trabajo, perdieron empleos, educaron menores y además sufrieron un incremento de la violencia en las del 15 ó 20 por ciento respecto a la prepandemia.
Información relacionada: Violencia contra la mujer, es prioridad en Álvaro Obregón
Manifestó la preocupación de la UNESCO por la deserción escolar que ha resultado de la pandemia y señaló que esto especialmente alarmante porque las mujeres tienen menos posibilidades de retomar sus estudios por la carga laboral no remunerada que se les asigna.
Por su parte, Silvina Elena Giorguli, presidenta de El Colegio de México, señaló que los y las jóvenes actualmente enfrentan incertidumbre en el futuro por la falta de oportunidades laborales.
Indicó que este estudio elaborado por la UNESCO, El Colmex y CLACSO, muestra que las mujeres jóvenes enfrentan entornos de precariedad laboral, falta de seguridad social y salarios insuficientes, por ello es que una de las opciones que más consideran es la migración que en la mayoría de los casos puede representar retos y retrocesos en sus desarrollos.
Advirtieron sobre las implicaciones de las desigualdades sociales que impiden a las juventudes ejercer sus derechos; la necesidad de construir políticas públicas más efectivas para las juventudes, entre otras medidas.