Desde hace 15 años, la Organización de la Naciones Unidas (ONU) designó el 2 de abril como el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, trastorno que es poco estudiado en México.
Sin embargo, el propósito de conmemorar la fecha es para visibilizar y generar conciencia pública sobre esta discapacidad, de acuerdo con el Observatorio sobre la Inclusión Social de las Personas con Discapacidad (OBINDI).
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En ese sentido, el Observatorio señaló que en México existen pocos estudios especializados en el Trastorno del Espectro Autista (TEA), que permitan conocer con precisión su incidencia en el país.
Por lo anterior, realizó un ejercicio de cuantificación a través del análisis de la base de datos de la Encuesta Ingreso Gasto en los Hogares (ENIGH) 2018 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Aunque la clasificación utilizada por el Inegi no permite determinar en específico la situación de la población con el TEA o el Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD), estas afecciones se encuentran registradas.
Cabe decir que según el OBINDI, dichas discapacidades están vinculadas con el desarrollo del cerebro que afectan la percepción y la sociabilización.
No obstante, se encuentran principalmente en la categoría que se refiere a las dificultades de atención-aprendizaje, y marginalmente en otras clasificaciones relacionadas con las facultades intelectuales como discapacidad atención-aprendizaje, autocuidado y del habla.
Y es que, es el conjunto de discapacidades que aparece en las estadísticas con los mayores índices de exclusión educativa.
El autismo en los diferentes niveles de educación
En el caso de la relacionada con la atención y el aprendizaje, el Observatorio de la UAM y la Universidad Iberoamericana, señala que el nivel de educación de la población con discapacidad se concentra en un 80 por ciento en los rubros que van del preescolar a la preprimaria.
Ello, existiendo un 16 por ciento de la población sin ningún tipo de formación (analfabetismo); resultando, por tanto, muy marginal su participación en los niveles educativos subsiguientes.
En la Educación Superior, los alumnos matriculados con autismo y con otras afecciones relacionadas con la atención-aprendizaje, con la capacidad del habla y el autocuidado ocupan un lugar muy reducido en la matrícula universitaria.
Por otra parte, el alumnado con este tipo de limitaciones se concentra en universidades privadas, lo que evidencia los altos niveles de exclusión que se registran en las universidades públicas.
El OBINDI destaca que los alumnos con discapacidad inscritos en instituciones de educación superior representan apenas el 1.4 por ciento del total matriculado.
¿Qué es el autismo?
De acuerdo con la Asamblea de las Naciones Unidas, se trata de una afección neurológica permanente que se manifiesta en la primera infancia.
Además, se caracteriza por peculiaridades en la esfera de la interacción social y dificultades en situaciones comunicativas comunes y modos de aprendizaje atípicos.
Así como también especial interés por ciertos temas, predisposición a actividades rutinarias y particularidades en el procesamiento de la información sensorial.
Finalmente, en el marco del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, el OBINDI explica que el índice de la discapacidad es alto en todo el mundo, y su falta de comprensión, provoca fuertes repercusiones sobre las personas.