En la Cámara de Diputados, integrantes de la bancada del Movimiento Ciudadano (MC), organizaron un foro para tratar el tema de los vapeadores, con el fin de esclarecer qué contienen, quién los trae a México y eventualmente, trabajar en su regulación.
En ese marco, al recordar que por el momento ese tipo de implementos están prohibidos en el país, los diputados Sergio Barrera y Salomón Chertorivski, indicaron que de acuerdo a estimaciones de la autoridad en salud, cerca de un millón de personas en el país los utilizan.
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Si ese mercado se regula, se podrían captar al año hasta 12 mil millones de pesos en impuestos, los cuales podrían destinarse en parte a atender el problema de salud pública que representa el tabaquismo.
Vapeadores prohibidos
En particular, el diputado Chertorivski Woldenberg destacó que al foro se invitó a representantes del Gobierno Federal que no quisieron asistir y se rehusan a reconocer el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en el que se descartó la prohibición absoluta de los vapeadores y se ordenó a los congresistas a emitir una regulación.
Aseveró que la bancada de MC “no cree en las prohibiciones absolutas”, por lo que es preciso regular los implementos señalados y que puedan ser utilizados conforme a la ley, restringidos a determinados grupos poblacionales y generar ingresos tributarios a la Federación.Calificó como un error del Gobierno Federal negarse a la reglamentación, pese a que la presencia y uso de los cigarros electrónicos en México es un hecho.
Destacó la disposición de legisladores de mayoría y oposición, incluyendo a las bancadas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), del Partido Verde (PVEM) y del Partido Revolucionario Institucional (PRI), para dialogar sobre el tema y llegar a acuerdos en torno a una posible regulación.Sin embargo, si la autoridad federal y sanitaria no accede a dialogar y escuchar argumentos, el proceso será más difícil, alertó.
Regular cigarros electrónicos
El diputado Chertorivski señaló que entre otros temas a resolver, está el de la importación de esos productos, cómo están entrando al territorio, cómo llegan a la venta al público en general en distintos establecimiento; qué personas los están consumiendo y qué efectos pueden tener en la salud.
Tras recordar que países de Europa ya cuentan con medidas regulatorias, e incluso esos aparatos se “regalan” en hospitales del Viejo Continente, a modo de alternativa para dejar el cigarro convencional, subrayó que en San Lázaro “nadie” ha dicho que no sean dañinos.
La regulación debe partir de criterios como la protección a la salud, el respeto a la libre determinación de las personas y la regulación y certeza en el mercado.
Planteó que si ya se venden en México y el Alto Tribunal ordenó regular, será preciso establecer en la ley y en los etiquetados, qué y cuántas sustancias contienen; qué población no debe tener acceso a esos dispositivos, como los menores de edad, y qué daño a la salud pueden provocar.
En términos fiscales, debe establecerse el monto de los impuestos ordinarios y especiales aplicables a su producción, importación y comercialización.Todo mercado ilegal representa pérdidas recaudatorias para el país, y es por ello que la prohibición no aporta ningún beneficio ni al Fisco ni a los consumidores, dijo el congresista.
Necesario saber qué son los vapeadores
El diputado Barrera Sepúlveda, quien al inicio de la Legislatura se hizo notar, al utilizar en el Salón de Sesiones en San Lázaro uno de esos artefactos, recalcó la importancia de saber a ciencia cierta qué son y qué sustancias contienen.
Indicó que de acuerdo a estimaciones de autoridades sanitarias, en México hay cerca de cinco millones de usuarios ocasionales de ese tipo de productos, y aproximadamente un millón de consumidores habituales.
La problemática, coincidió con el diputado Chertorivski, debe abordarse de manera interdisciplinaria, desde el punto de vista de la salud, el efecto en el medio ambiente, y la recaudación que podrían generar.
Indicó que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, solo 30 por ciento de los fumadores a nivel global que tienen la intención de dejar el cigarro convencional, cuentan con alternativas, métodos e información sustentada, para lograrlo.
Por ello, insistió, es preciso corroborar si los vapeadores son una opción real frente a los cigarros convencionales, saber qué tipo de efectos producen en la salud y qué riesgos representan para el medio ambiente, porque son desechados con la basura general e incluso, son reciclados de manera irregular y clandestina, con fines de reventa.
Aseveró que no solo la Suprema Corte, sino autoridades de Estados Unidos han llamado a México a diseñar una regulación en la materia.
En cuanto al potencial recaudatorio de los vapeadores, el congresista estableció un comparativo con los cigarros de combustión.Recordó que el precio promedio de las cajetillas de cigarros es de 55 pesos.
En 2018, la venta de esos productos dejó una derrama económica superior a 41 mil 500 millones de pesos, de los cuáles, el ocho por ciento se destinó a estados y municipios.
Apuntó que si en el país hay aproximadamente un millón de usuarios de vapeadores, cuyo precio promedio por unidad es de 200 pesos, si reportaran impuestos, la Federación podría recaudar 12 mil millones de pesos anuales.
En caso de que el ocho por ciento de esa cantidad se enviara a los gobiernos locales, como sucede con los impuestos aplicables a los cigarros regulares, las entidades podrían recibir en suma, hasta cuatro mil millones de pesos al año.
Sin embargo, enfatizó, hasta el momento la recaudación por el uso de vapeadores, prohibidos de manera oficial, es cero, aunque esos productos circulan abiertamente en el mercado.
El diputado Barrera cerró su intervención asegurando que los diputados federales no promueven ni impulsan el uso de esos artefactos, sino su regulación.