La Cámara de Diputados aprobó en lo general, por votación mayoritaria de 431 a favor, 3 abstenciones y 4 en contra, el dictamen de la Comisión de Salud en materia de violencia obstétrica.
En lo particular, el ordenamiento avanzó con algunas modificaciones mínimas, con votación de 338 a favor y 102 en contra. Lo aprobado se turnará al Senado de la República.
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Al fundamentar el proyecto, el diputado de Morena, Joaquín Zebadua, destacó que se reconoce la violencia obstétrica como uno de los tipos de violencia contra las mujeres, y se establece el concepto que la define.
El documento señala que en los servicios de salud se deberá eliminar la violencia obstétrica; se implementarán acciones para identificarla, prevenirla y erradicarla, asegurando trato digno con pertinencia cultural durante el embarazo, parto y puerperio.
Enlista las conductas que se considerarán violencia obstétrica
Se trata de toda acción u omisión de personal de salud en el sector público y privado, que causen daño físico o psicológico a la mujer durante el embarazo, parto o puerperio.
Ello, expresado a través de falta de acceso a servicios de salud sexual o reproductiva; trato cruel, inhumano o degradante; abuso en la medicalización en los procesos biológicos naturales.
También a través de la práctica innecesaria o no autorizada de intervenciones quirúrgicas; manipulación o negación de información, y en general cualquier situación que implique la pérdida o disminución de la autonomía y capacidad de decidir, de manera libre e informada, sobre las etapas del embarazo y post parto o puerperio.
Indica que las acciones institucionales necesarias para identificar, prevenir y erradicar la violencia obstétrica contra mujeres, asegurando trato digno y con pertinencia "pluricultural" durante el embarazo y se garantizará el derecho al "parto humanizado".
Diputados y diputadas se acusan de violencia de género
En el debate particular, legisladores y legisladoras de Morena y PAN desviaron la discusión, acusándose mutuamente de ejercer violencia política de género.
En el apartado de reservas, se aceptó modificar en el texto el concepto de "pertinencia cultural", por "pertinencia intercultural", con el fin de tener en cuenta a las mujeres indígenas.
Fue en ese punto donde la discusión se desvió en las acusaciones mutuas de violencia política de género.
El asunto terminó en una orden de la presidencia de la Mesa Directiva, de turnar al Comité de Ética de la Cámara, los dichos del diputado panista Éctor Jaime Ramírez, sobre la diputada morenista, Marisol Gasé.
Las legisladoras de Morena afirmaron que el diputado Ramírez Barba ofendió a la diputada García Segura, diciéndole cómo leer, cómo pensar, cómo usar sus lentes.