La Arquidiócesis Primada de México señaló que recibió con tristeza la confirmación de la despenalización del aborto en Sinaloa y dijo que festejar esto como un triunfo de los derechos humanos refleja la miopía de quienes hacen estas propuestas y muestra una ideologización de los derechos, que dejan de ser para todos.
En la editorial del semanario católico Desde la Fe, analizó las vertientes de esta decisión y destacó el costo económico, ya que los abortos se pagan con recursos públicos, como en el caso de la Ciudad de México, donde dijo, se han realizado 241 mil interrupciones de embarazos en hospitales públicos desde el 2007, con dinero que podía haberse utilizado para compra de medicamentos o tratamientos para personas que los necesiten.
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Señaló que la iglesia no quiere a mujeres en las cárceles ni perseguidas, sobre todo si se considera que muchas pueden estar siendo socialmente presionadas para tomar esta decisión; otra vertiente señala la iglesia, es que la sociedad se ha vuelto fría y desinteresada en los problemas del prójimo al dejar desprotegidas a las mujeres en aspectos como el legal, el laboral y sin solidaridad para afrontar sus necesidades.
Destacó que debe considerarse también a las personas involucradas en el aborto y que ofrecen de manera legal o ilegal el procedimiento como los médicos, las familias o el padre del bebé que pueden estar orillando a la mujer a deshacerse de su hijo y recalcó que "prácticamente todos los encarcelados por el delito de aborto tienen que ver con este ángulo".
Finalmente la iglesia apuntó que la despenalización no tiene que ver sólo con un aspecto y viendo los diferentes ángulos "es una tragedia de principio a fin. La sociedad y el gobierno deberían evitar los abortos".