La reforma eléctrica que propone el gobierno de México tiene diversos aspectos que van encaminados a evitar que compañías extranjeras concreten el "atraco" y desaparezcan la Comisión Federal de Electricidad (CFE), empresa del Estado mexicano que prevé mantener el carácter de servicio público para el desarrollo y estabilidad de la vida nacional, aseguró su titular Manuel Bartlett Diaz.
Señaló que la reforma pretende regresarle a la CFE el control de la generación y distribución de la energía eléctrica que con la reforma de Peña Nieto se fracturó y entregó con posibilidad de avance y crecimiento a 4 o 5 compañías extranjeras.
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Señaló la necesidad de que la electricidad se convierta en un sistema de interés público que no quede a capricho de las empresas extranjeras que actualmente están en proceso de expansión para beneficiar a sociedades de autoabasto que representan grandes empresas, algunas extranjeras.
De ninguna manera, dijo, se va a aplicar un criterio de expropiación, pero no tendrán el control y dominio de la generación, distribución y abasto de la energía eléctrica.
"El objetivo de la reforma constitucional es el Estado toma posesión y el control del sistema eléctrico nacional y lo va a ejercer a través de la CFE.
"No expropia, no expropiamos a los intereses extranjeros sino se les invita a participar, vamos a reconocer, según la propuesta del presidente la energía que se ha invertido se le va a permitir una participación en el sistema eléctrico mexicano del 46 por ciento", puntualizó.
Al participar en el ciclo de conferencias "Autosuficiencia Alimentaria e Innovación Tecnológica con Práctica Sustentable", que organiza la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), señaló que la reforma impulsada en la administración de Peña Nieto generó las condiciones y la ruta para favorecer a las inversiones extranjeras y no al país en su conjunto.
"El generador independiente y las sociedad de autoconsumo tienen ya el 42% de la energía del país y no lo tienen porque sean muy eficientes o porque tengan máquinas nuevas, lo tienen porque están constituidos en organismos ilegales ambos, los generadores independientes y las sociedades de autoconsumo eso ya demuestra la barbaridad de ese sistema y que este está establecido para la desaparición de la CFE y para que las empresas se apoderen del sistema eléctrico nacional", puntualizó.
Añadió que el país no resistiría con un sistema comercial manejado por las grandes compañías, lo que la población necesita y el campo mexicano es un sistema que garantice el desarrollo con tarifas de servicio público, con una CFE consciente de impulsar a los agricultores en todos los niveles de producción.
Aseveró que la reforma planteada por el ejecutivo federal es en si, evitar un Robo a la nación, con miras a fortalecer la capacidad de la CFE, favorecer a los más desprotegidos y recuperar el control del sistema eléctrico nacional.
@amarilloalarcon