La violencia que se cometa contra los hijos e hijas de víctimas de violencia, por parte de personas que hayan tenido una relación familiar o afectiva con la víctima, así como los actos de ese tipo contra cosas o personas que tengan un significado especial para la mujer, con la intención de dañarla, deberían ser considerados como “violencia vicaria”, propuso la bancada del Movimiento Ciudadano (MC) en la Cámara de Diputados.
La diputada Taygete Irisay Rodríguez pidió modificar la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Lo anterior, para ampliar el concepto de violencia vicaria y, al mismo tiempo, la protección a las mujeres que ya han sido víctimas de agresiones.
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La congresista propuso definir la violencia vicaria como cualquier acto ejercido sobre las hijas o los hijos de la víctima, por parte de personas que hayan tenido una relación familiar o afectiva con ella.
“O contra cosas o personas que tengan un significado especial para ella, con la intención de causar daño a la mujer”.
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Leyes sobre violencia vicaria
El planteamiento turnado a la Comisión de Igualdad de Género en el recinto, recalca que desde el 2012, se comenzó a identificar la violencia vicaria como la que se ejerce de manera indirecta hacia la mujer, a través de los hijos, con el objetivo de herirla, violentarla y causarle daño psicoemocional.
Las modalidades de violencia vicaria, agregó, contemplan la sustracción forzada de las hijas e hijos; la apertura de procesos judiciales falsos; la tardanza en la resolución de procesos judiciales existentes.
También, la evasión del pago de deudas alimentarias; la manipulación psicológica de hijas e hijos para ponerlos contra la madre y víctima; así como acciones que deriven en lesiones físicas, violencia e incluso el asesinato de terceros.
Agresiones contra terceros
En su argumentación, la congresista planteó que la vicaria, es un tipo de violencia de género que se relaciona ampliamente con la violencia infantil, porque implica provocar daño y sufrimiento a la mujer, utilizando a los hijos.
Sin embargo, también puede involucrar a otros familiares, a terceras personas, así como a bienes y propiedades, expresó.
Reconoció que dichas conductas no están claramente reconocidas en la ley, por lo que es difícil e incluso imposible combatirlas.
En consecuencia, dijo, es urgente contar con leyes que identifiquen formalmente esas prácticas, así como políticas de prevención y reparación integral del daño, que permitan garantizar a las mujeres una vida libre de violencia.
Asimismo, asegurar que las mujeres víctimas y sus hijos contarán con protección por parte de la autoridad, y el interés superior de la niñez quedará a salvo.