Las mujeres privadas de la libertad deben tener y ejercer el derecho de recibir los insumos necesarios para la salud e higiene de sus hijos, cuando éstos convivan con ellas, así como contar con condiciones de bienestar y sano desarrollo de los menores, propuso la bancada del PRD en la Cámara de Diputados.
La legisladora Gabriela Sodi, propuso establecer tales disposiciones en la Ley Nacional de Ejecución Penal.
Se solicita, indicó la congresista, que las autoridades penitenciarias en el país garanticen que en los centros respectivos, existan espacios suficientes y adecuados para que los hijos e hijas de madres en prisión puedan vivir de manera sana y tengan acceso a un desarrollo integral.
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Trato adecuado a mujeres presas y sus hijos
Indicó que los artículos 10 y 36 de la norma referida, así como las Reglas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de las Reclusas y las Medidas no Privativas de la Libertad para las Mujeres Delincuentes, también conocidas como Reglas de Bangkok, contemplan cuáles son las condiciones para un tratamiento correcto a las mujeres en esa condición y sus hijos.
Hablan de instalaciones apropiadas para ellas y los menores, artículos existentes y suficientes para procurar su higiene personal, atención médica y alimentación apropiada.
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La diputada Sodi Miranda indicó que a esas especificaciones, se suma la perspectiva de género en el trato a las presas y sus hijos, con el fin de evitar tratos indebidos.
“El Sistema Penitenciario está obligado a responder con flexibilidad en pro de las mujeres embarazadas, lactantes y mujeres con hijas e hijos, mediante la habilitación de servicios y espacios para el cuidado de las y los niños que vivan dentro del centro o que las visiten”, añadió.
Hijos de madres en prisión
La iniciativa enviada a la Comisión de Justicia del recinto, refiere que hay aproximadamente 392 niños y niñas menores de seis años que permanecen hasta esa edad al lado de sus madres, mientras éstas se encuentran en reclusión en centros penitenciarios federales y estatales.
Lo anterior, según mediciones del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2021, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La medición añade, dijo la congresista, que esos infantes viven en condiciones precarias, sin posibilidades de que tengan un desarrollo adecuado.
Indicó que según la organización no gubernamental Reinserta, no en todas las cárceles para mujeres hay servicios especializados para las internas y sus hijos, tampoco áreas de maternidad ni espacios para la educación temprana de los menores.
En 2019, reportó que sólo había 11 áreas de maternidad en distintos penales del país en las entidades de San Luis Potosí, Coahuila, Chihuahua, Ciudad de México, Jalisco, el Estado de México, Michoacán, Nuevo León, Querétaro y Yucatán.
En los reclusorios femeniles en México sólo hay 27 áreas acondicionadas para brindar educación temprana a los hijos de las mujeres en reclusión, abundó.