Tras la aprobación en el Senado de las reformas al Código Penal Federal y a la Ley General de Salud, con las que se prohíbe y se sanciona la aplicación de terapias de conversión, el dictamen fue turnado a la Cámara de Diputados.
Durante la discusión en el Senado, Olga Sánchez Cordero, presidenta de la Comisión de Justicia, señaló que la comunidad LGBTTTI ha sido marginada y excluida socialmente. Agregó que las terapias de reorientación sexual se han pretendido justificar con la concepción arcaica de que las conductas homosexuales son anormales o inmorales.
Qué son las terapias de conversión
De acuerdo con el dictamen que promueve reformas al Código Penal Federal y a la Ley General de Salud, se considera terapia de conversión a cualquier tipo de tratamiento, terapia, servicio o práctica que obstaculice, restrinja, impida, menoscabe, anule o suprima la orientación sexual, identidad o expresión de género de una persona.
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Por su parte, el experto independiente de las Naciones Unidas sobre orientación sexual e identidad de género, Víctor Madrigal-Borloz, señala que las terapias de conversión son intervenciones que tienen por finalidad cambiar la orientación sexual de una persona o su identidad de género. Sus promotores afirman que pueden transformar a las personas gais, lesbianas o bisexuales en heterosexuales. Así como a las personas trans o de género diverso a cisgénero.
"Los métodos de las terapias de conversión se basan en la creencia de que las personas de orientación sexual e identidad de género diversa/diferente son de alguna manera inferiores moral, espiritual o físicamente, debido a su orientación o identidad y que se ha de modificar esa orientación o identidad para solucionar esa inferioridad", señaló el experto de la ONU.
El proyecto de ley prevé sanciones de los dos años hasta los seis años de prisión a quien realice, aplique, obligue o financie cualquier tipo de terapia de conversión. El castigo se duplicará cuando las terapias de reorientación se realicen en menores de 18 años de edad, adultos mayores o personas con discapacidad.
En caso de que el padre, la madre o tutor de la víctima lleven a cabo la terapia de conversión, recibirán sanciones de amonestación o apercibimiento a consideración de un juez.
La sanciones aplicables también podrían llegar hasta los 12 años de cárcel cuando el responsable tuviese relación laboral, docente, doméstica, médica o cualquier otra que implique una subordinación de la víctima. El caso será el mismo para quien se valga de la función pública para cometer la conducta.
Las terapias de conversión equivalen a formas de tortura
Víctor Madrigal-Borloz, experto independiente de las Naciones Unidas sobre orientación sexual e identidad de género, presentó en 2020 su informe ante el Consejo de Derechos Humanos y realizó un llamamiento a los países para prohibir mundialmente las terapias de conversión.
Madrigal-Borloz aseguró que las terapias de reorientación sexual son "inherentemente discriminatorias, crueles, inhumanas y degradantes y que, según el grado de dolor físico o mental infligido a la víctima, pueden equivaler a formas de tortura".
Señaló en su informe los abusos físicos, psicológicos y sexuales, así como la electrocución, la medicación forzada, el aislamiento, el confinamiento, las injurias y la humillación como ejemplos de métodos aplicados para obtener la conversión.
"Un método utilizado de manera recurrente es la aversión, en la cual se somete a la persona a una sensación negativa, dolorosa o angustiante mientras se le expone a un estímulo vinculado a su orientación sexual", señala el informe.
Estrategias principales de las terapias de reorientación sexual
El experto independiente de la ONU señala que existen tres estrategias principales de las terapias de conversión:
- Intervención psicoterapéutica basada en la creencia de que la diversidad sexual tiene su origen en una crianza o experiencia anormal.
- Prácticas médicas sustentadas en la teoría de que la diversidad sexual o de género es una disfunción biológica inherente.
- Intervenciones basadas en la fe, que actúan bajo la influencia de que hay algo maligno en la orientación o identidad de género diversas.
No existe terapia que pueda cambiar la orientación sexual innata
En 2016, la Asociación Mundial de Psiquiatría concluyó que no existen pruebas científicas sólidas de que se pueda cambiar la orientación sexual innata. Además, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) indicó que las terapias de conversión no tienen justificación médica y representan una amenaza para la salud y los derechos humanos de las víctimas.
Con información de Angélica Mellín