La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) solicitó medidas cautelares al Instituto Nacional de Migración, Guardia Nacional y al DIF Nacional, así como a distintas autoridades de Tamaulipas y de Reynosa, por las condiciones precarias en las que se encuentran miles de personas migrantes en albergues y puntos fronterizos de dicha entidad.
El organismo nacional dio a conocer que recibió un escrito de queja presentado por dos organizaciones civiles ubicadas en Reynosa, además de la información periodística que se ha publicado y donde se denuncia que en el interior de los albergues persisten graves riesgos para las personas en contexto de migración.
Asimismo, se da cuenta de la "crisis en el borde noreste de México", que ha orillado a las familias, principalmente originarias de Centroamérica y Haití, a vivir en situación de calle, toda vez que son más de ocho mil personas las que se encuentran en estas condiciones.
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Las organizaciones civiles denunciaron ante la CNDH la escasa vigilancia en los límites del río Bravo, además de que se han creado basureros improvisados, por lo que la gente pernocta en condiciones insalubres.
Además, han surgido actos violentos entre la población migrante con armas blancas y hacia el personal de los refugios, lo que ha derivado en constantes llamados de auxilio hacia los elementos de la Guardia Nacional, la cual no da ninguna respuesta.
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La Comisión Nacional dijo que autoridades federales, estatales y municipales han omitido atender los conflictos y únicamente se han responsabilizado entre sí, pero sin intervenir para resolver la crisis actual.
Explicó que personal de la CNDH se entrevistó con un grupo de 200 personas del albergue Senda de Vida 1, quienes denunciaron que tampoco hay baños, a pesar de que llegan a reunirse en los espacios de pernocta hasta dos mil personas.
Por ello, solicitó la implementación de medidas cautelares, a fin de que se garantice la atención humanitaria de urgencia.