En la Cámara de Diputados, la votación de la reforma constitucional que extiende hasta 2028 la intervención de elementos militares en seguridad pública, reflejó lo ocurrido en el Congreso de la Unión durante el proceso que culminó con la aprobación del proyecto.
Los legisladores enfrentaron presiones del Ejecutivo Federal y el bloque de oposición finalmente se rompió.
El titular de la Secretaría de Gobernación (Segob) evidenció los acercamientos y acuerdos que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), se empeñó en negar.
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Los priístas también dejaron ver la molestia que les causa ser identificados como parte del “PRIMOR”.
Los 339 votos a favor, 155 en contra, las dos abstenciones y las cuatro ausencias en la sesión, reflejadas en el Tablero y las cuatro solicitudes de licencia más rápidas de las últimas Legislaturas, promovidas con tal de no votar, contaron la historia vivida en San Lázaro.
También hubo oportunidad de que algunos legisladores de la mayoría, defendieran su postura personal de votar en contra.
Miembros de la oposición que votaron a favor se vieron obligados a justificar su actuación.
Morenistas en contra
En la sesión ordinaria que se llevó a cabo en el recinto parlamentario este miércoles 12 de octubre, tres integrantes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) defendieron su posición en contra de la reforma que amplía la intervención militar en seguridad pública.
Desde la Tribuna, el diputado Manuel Vázquez Arellano, también conocido como “Omar García”, quien se identifica como sobreviviente del caso Ayotzinapa, razonó su voto en contra.
Fue claro en pedir que no se le confunda con quienes desde la oposición, dijo, condenan lo ocurrido a los normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero, pero en su momento respaldaron la “verdad histórica” del exprocurador Jesús Murillo y los funcionarios de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), como Tomás Zerón.
Expresó que las medidas complementarias a la reforma constitucional, para promover la rendición de cuentas de las Fuerzas Armadas a través de una comisión bicameral en el Congreso no son suficientes, y se requiere un consejo consultivo con “voces externas” como las de organizaciones sociales y organismos de observación internacional.
Las opiniones independientes, dijo, son necesarias ante la desconfianza que generan las instituciones del Estado.
La diputada Inés Parra Juárez, crítica de los métodos, formas y decisiones en su bancada y en el Gobierno Federal, se mantuvo en ese tenor.
El diputado Roberto Valenzuela Corral también registró voto en contra y su compañera Adela Ramos Juárez, optó por la abstención.
Perredistas a favor
Antes y durante la jornada en San Lázaro, corrió la versión de que a semejanza del senador Miguel Mancera, cuatro integrantes de la bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) votarían a favor, en este caso, por presiones sobre el exgobernador michoacano, Silvano Aureoles.
Los oriundos de Michoacán, María Macarena Chávez Flores, Francisco Huacus Esquivel y Mauricio Prieto, confirmaron la previsión.
Otra legisladora cuyo nombre se mencionó entre los perredistas podrían incumplir la decisión de la bancada de rechazar el proyecto, pero al final se mantuvo en ello, fue Edna Gisel Díaz.
En la Tribuna, reconoció que la decisión a tomar era difícil y calificó como fallida la estrategia de seguridad.
Entre gritos de “traición” y “traidora”, Díaz Acevedo enfatizó que su voto sería por “la patria”.
Recalcó que independientemente de la votación, el Sol Azteca seguirá exigiendo resultados y denunciando incumplimientos.
Su compañero de fracción y exintegrante de la bancada del Partido del Trabajo (PT), Francisco Huacus, utilizó el argumento señalado para explicar su voto a favor.
“Dimos un voto de fe, dotando al gobierno federal de instrumentos legales para que entregue resultados a los mexicanos”, indicó Huacus Esquivel en su cuenta en Twitter, @PacoHuacus.
Añadió que con la aprobación del proyecto, la Federación y Morena “no tendrán argumentos" para cargar la responsabilidad por la inseguridad, a los gobiernos y partidos de la oposición.
Excepciones priístas
En la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI), desde donde surgió la iniciativa que dio pie al ríspido debate que durante semanas enfrascó al Congreso, hubo excepciones en el voto en bloque a favor.
Dos legisladores fueron claros en manifestarse contra la ampliación de la estancia de las Fuerzas Armadas, al marcar en rojo su casilla en el tablero de votación
Se trató de la diputada por el Estado de México, Sue Ellen Bernal Bolnik; y el diputado José Francisco Yunes Zorrilla.
En su cuenta en Twitter, @Sue_Bernal, la legisladora subrayó que para pacificar al país se requiere que las Fuerzas Armadas retomen las labores que les permite la Constitución. Extender su presencia en las calles no garantiza que los problemas de seguridad se resuelvan, apuntó.
“Lograr la pacificación del país requiere: Nueva estrategia de seguridad del #GobiernoFederal Fortalecer #PolicíasLocales con presupuesto suficiente Generar ruta para que #FFAA retomen sus tareas constitucionales Sin ello, prorrogar plazos no garantiza mejores resultados”, sentenció.
La diputada Eufrosina Cruz Mendoza estuvo ausente en la sesión.
La diputada María José Sánchez Escobedo, suplente de la promovente de la iniciativa, Yolanda de la Torre, optó por la abstención.
Su compañero, el diputado Xavier González Zirión, apareció como “ausente” en el tablero de votación, aunque se encontraba físicamente en el recinto parlamentario.
Licencias para no votar
Quienes evadieron participar en el debate e incluso solicitaron licencias por tiempo indefinido pero que duraron apenas unas horas, fueron los panistas Rommel Pacheco, Éctor Jaime Ramírez y Joanna Felipe Torres; así como el diputado del Partido Verde (PVEM), Gilberto Hernández Villafuerte.
El también integrante del PVE, Javier López Casarín, que pidió licencia el martes 11 de octubre, regresó a sus labores casi a la medianoche del miércoles 13 de octubre, una vez que pasó la votación sobre Fuerzas Armadas.