Para combatir la trata de personas que representa a nivel mundial la segunda fuente de ingresos a las bandas criminales, es necesario no solo la fuerza del Estado sino la participación de la población y el gobierno, afirmó el presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México (PJCDMX), Rafael Guerra Álvarez.
El magistrado puso en relieve la denuncia ciudadana, como parte fundamental para abatir ese ilícito.
En el marco del Día Internacional contra la Trata de Personas en el PJCDMX, el magistrado subrayó que esa actividad prospera en la oscuridad y en silencio, de ahí la necesidad de encender la luz y alzar la voz.
Información relacionada: Victimas de trata de personas: ONU pide garantizar asistencia integral
Se impulsan programas sobre perspectiva de género
Enfatizó que en el órgano judicial se impulsan programas de capacitación sobre perspectiva de género, justicia restaurativa, protocolos especiales de atención a víctimas, convenios estratégicos de colaboración y otras medidas para inhibir y castigar ese ilícito.
Este 30 de julio, en el Jardín Hidalgo de la alcaldía Coyoacán, el magistrado Guerra Álvarez participó en la Ceremonia del "210 Aniversario Luctuoso de Miguel Hidalgo y Costilla”.
El presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) advirtió que la trata de personas es la deformación más cruel y más inhumana del crimen organizado, enfatizó que el PJCDMX, ante ese fenómeno, tiene como causa proteger la dignidad, libertad y la vida en contra de toda amenaza.
PJCDMX respalda a las victimas sobrevivientes a la trata de personas
Dijo que el combate a la trata "es nuestra causa", y a las víctimas expresó que "nosotros respondemos" por su dolor y su pérdida con el único lenguaje válido: los resultados, el trabajo, la empatía y la fuerza de nuestra unión.
A las familias separadas por la trata, a las niñas vendidas en redes o capturadas por promesas de amor y seguridad, y a los niños violados o torturados por el placer de sus victimarios y testigos en tiempo real en el mundo, Guerra Álvarez aseguró: "su dolor y su sacrificio no son cifras, son nuestra motivación; no son historias, son nuestra responsabilidad".