Los probióticos son microorganismos vivos que facilitan la digestión, ayudan a equilibrar la función intestinal y evitan que proliferen bacterias intestinales productoras de toxinas.
Además, mantienen nuestro intestino saludable y logran un impacto positivo en el manejo de problemas gastrointestinales como el Síndrome de Intestino Irritable (SII), la diarrea asociada al consumo de antibióticos.
Así como infecciones por Clostridium difficile y Helicobacter pylori.
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¿Qué es un probiótico?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define un probiótico como un microorganismo vivo que, consumido en cantidades adecuadas, produce un efecto positivo para la salud, más allá de lo concerniente a la nutrición.
Son enfermedades gastrointestinales, afecciones cardiovasculares y el fortalecimiento del sistema inmunológico.
En ese contexto, la Licenciada en Nutrición por la Universidad Autónoma de Guadalajara, Rebeca Vega Pérez, explicó que en el intestino residen millones de microrganismos que ayudan al proceso de la digestión.
El intestino constituye la primera línea de batalla de nuestro sistema inmunológico, ya que se encuentra íntimamente ligado al sistema digestivo.
La especialista en Medicina Interna, Irma Ceja, destacó que una de las formas para reestablecer o corregir la buena función de la microbiota es mediante el consumo de simbióticos, aquellos que combinan probióticos con prebióticos.
En el caso de los probióticos, la Lactobacillus rhamnosus es una de las bacterias más estudiadas del mundo.
La Bifidobacterium longum, es capaz de colonizar el intestino y sirve para reducir la duración de la diarrea, de acuerdo con el Colegio Mexicano de Pedriatría (CMP).
La ingesta de prebióticos FOS (FosfofructoOligosacáridos) e inulina, ayudan en la alimentación de las bacterias buenas y favorecen su proliferación en el intestino.
Los reportes de la Asociación Científica Internacional de Probióticos y Prebióticos indican que no existe suficiente evidencia clínica sobre el efecto de los probióticos frente a la enfermedad infecciosa de la COVID-19, causada por el virus SARS-CoV-2.