La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) expresó su repudio al asesinato del líder de la comunidad Yaqui, en el estado de Sonora, Tomás Rojo.
De acuerdo a los familiares, este crimen está asociado a su activismo a favor de la defensa del agua y la tierra.
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Pues, fungió como portavoz de los pueblos en oposición a la construcción de la obra del Acueducto Independencia.
La Comisión señaló que el pasado 18 de junio fue localizado el cuerpo del activista.
Este se encontró en una fosa clandestina localizada a 12 kilómetros de la zona de Vicam, y dos kilómetros de la Carretera Estatal 29, en Sonora.
Manifestó sus condolencias y solidaridad con los familiares y colaboradores del defensor, y con los habitantes de la comunidad yaqui.
La CNDH dijo estar al tanto de las investigaciones iniciadas por la Fiscalía General de Justicia de Sonora, con el fin de esclarecer la desaparición y homicidio de Tomás Rojo, así como identificar a los responsables.
Demandó a las autoridades judiciales investigar de manera exhaustiva los sucesos, no dejar de lado su posible relación con el activismo y defensa de los derechos humanos que llevaba a cabo el líder asesinado.
De igual modo, pidió que se brinde protección integral a los familiares y las víctimas indirectas.
Autoridades indiferentes frente a agresiones contra activistas
La Comsión manifestó preocupación por la falta de efectividad y eficiencia en las políticas públicas y acciones de las autoridades de los tres ordenes de gobierno.
Consideró nulo el trabajo para prevenir agresiones, "incidentes", para salvaguardar la vida y garantizar la seguridad e integridad de personas defensoras de derechos humanos.
Existen documentados 69 homicidios de defensores de derechos humanos y activistas desde el año 2006.
Ademas, el homicidio de Tomás Rojo es el noveno en lo que va de este 2021.
Por lo que, se mantendrá atenta al desarrollo de las indagatorias del caso, y exigirá se identifique a los responsables, para sancionarlo conforme a la ley.
“Es preciso evitar que los hechos queden en la impunidad”, dijo.
La preocupación de la CNDH incrementó ya que al asesinato del líder Yaqui, Tomas Rojo, se suma la desaparición temporal de otra activista de esa población, Lorena Josefina Valenzuela.