Factores como la disminución del poder adquisitivo de las familias, precarización, disparidad salarial, migración laboral y desplazamiento forzado, son algunas de las causas que han permitido que el 13.6% de menores de 5 a 17 años y el 9.2% de las niñas en el país realicen trabajo infantil a razón del 93% en labores no permitidas y 52.5% en trabajos peligrosos, de acuerdo a Tania Ramírez Hernández, directora de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
Durante la presentación del estudio "Compromisos y dilemas del T-MEC: Políticas laborales, familias y trabajo de niñas, niños y adolescentes en México", subrayó que los menores trabajadores aseguran que lo hacen para pagar su escuela y gastos personales; por que su hogar necesita su aportación económica y en tercer lugar, para pagar deudas, porque no estudia o por otras razones, lo que muestra que hay una crisis económica en el país.
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Las labores en las que la mayoría de los menores realizan trabajos forzosos o peligrosos de acuerdo a datos otorgados por la agregada laboral de la Embajada de Estados Unidos en México, Mary Ellison, incluyen sectores como la agricultura, textiles y calzado; participan en la siembra y cosecha de cebolla, pepino, tabaco, frijoles, café, elaboración de vestidos, artículos de cuero y otros.
Pero también se ha detectado que algunos están vinculados a actividades como la pornografía y la producción de amapola, por lo que se ha determinado otorgar apoyos económicos a México, el monitoreo de las actividades y la penalización a través de aranceles al sector productivo que los emplea.
REDIM detectó que los estados de Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Puebla son las entidades con mayores niveles de pobreza infantil con porcentajes que superan al 80% de su población de 5 a 17 años, sin embargo en estados como Nuevo León, considerado como uno de los "mejor calificados" a nivel nacional, el porcentaje incluye al 30% de los menores.
En este diálogo sobre el trabajo infantil también participaron Jennifer Haza de la organización Melel-Xojobal; quien pidió que se distinga el trabajo infantil de la explotación y Pedro Américo Furtado de Oliveira, representante de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la región, quien aseguró que a nivel mundial no hay evidencia de que el trabajo infantil rompa el ciclo de la pobreza.