Más de 25,6 millones de jóvenes están llamados a las urnas este 6 de junio en las elecciones intermedias más grandes de la historia de México, un voto considerado clave pero incierto por su aparente desinterés hacia la política, aunque apoyan movimientos como el feminismo o la defensa del colectivo LGBT.
“Me he dado cuenta después de varios años que resulta insignificante a quien votar. Entiendo el punto de la toma de decisiones, pero realmente me cuestiono qué punto es decisión de la gente”, relató Iñaki, un joven de 23 años que reconoce su escaso interés en la política.
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Como él, 25,687,082 jóvenes de entre 18 y 29 años podrán votar en las próximas elecciones. Alrededor de 3,5 millones son primeros votantes. Los jóvenes representan alrededor de un 30 % de la lista nominal y muchos sienten que la clase política no los tiene en cuenta.
Poca inclusión en la política mexicana
Expertos aseguran que uno de los problemas de cara a las próximas elecciones es que se involucra muy poco a los jóvenes en las tareas políticas de los partidos. De los jóvenes sondeados, ninguno se siente completamente identificado con alguno de los partidos políticos actuales y la mayoría se muestran alejados de la parte institucional de la política.
Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el partido en el poder mexicano, se prepara para unas elecciones en las que su oposición más fuerte es Va por México, una coalición formada por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Cuarta Transformación
En 2018, muchos jóvenes acudieron a las urnas ilusionados ante el proyecto de “Cuarta Transformación” que encabezó Andrés Manuel López Obrador, el actual presidente, que incluyó a los jóvenes en su discurso de campaña. Expertos aseguran que el mandatario ha mantenido parte de ese discurso relacionado con defender a quienes estudian para evitar que los jóvenes pierdan la motivación y entren en las filas del crimen organizado o del narcotráfico. Por ello, impulsa programas de becas para que quienes estudien puedan trabajar unas horas al día y recibir apoyo por parte del Gobierno.