Por la vía del fast track y con un madruguete a la oposición, que pretendía celebrar un Parlamento Abierto, el Senado de la República aprobó, en lo general, la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, que da prioridad a la energía generada por la CFE.
A pesar de que se tenía un mes para analizar y votar la minuta enviada por la Cámara de Diputados, Morena y sus aliados políticos decidieron pisar el acelerador y someter a la consideración del pleno el proyecto, que fue avalado con 68 votos a favor y 58 en contra.
El proceso estuvo plagado de reclamos y críticas de senadores de oposición, quienes advirtieron que la reforma es inconstitucional, provocará que se tenga energía más cara y sucia, además de que va en contra de distintos tratados internacionales, como el T-MEC.
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Los legisladores del PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano, acusaron también un albazo y lamentaron que Morena haya rechazado celebrar un Parlamento Abierto y prefiriera legislar sobre las rodillas, violando procedimientos, asumiéndose -afirmaron- como "empleados del presidente".
La senadora por el PRI, Claudia Ruiz Massieu, advirtió que se vive una jornada negra para la Cámara Alta, pues, dijo, se ha cedido a los tiempos del Ejecutivo para aprobar un proyecto pésimo en todos los sentidos.
En tanto, la senadora por el PAN, Alejandra Reynoso, criticó que Morena se haya negado a escuchar a los especialistas antes de votar el dictamen, que, dijo, vulnera la libre competencia y no garantiza los derechos de los mexicanos.
Por su parte, el también senador panista, Julen Rementeria del Puerto, advirtió que con esta reforma nuestro país tendrá energía más cara, pues, dijo, la CFE la vende aun valor tres veces más alto que el ofrecido por las centrales privadas.
A las críticas se sumó la senadora por Movimiento Ciudadano, Verónica Delgadillo, quien advirtió que el presidente Andrés Manuel López Obrador está atrapado en el pasado, olvida los problemas del presente y le roba el futuro a los mexicanos.
En respuesta a las críticas, la senadora por Morena, Ana Lilia Rivera, indicó que la reforma busca fortalecer a la CFE y apuesta por la soberanía energética del país, contrario a lo dicho por la oposición, que, aseguró, parece trabajar para las empresas privadas y buscan defender sus intereses.
Por su parte, el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, destacó que sólo están cumpliendo el propósito que se plantearon en 2013, cuando anticiparon que revertirían la Reforma Energética que se había aprobado.
Recordó que, en aquel entonces, cuando eran minoría, no se les escuchó, se les ignoró e incluso se les humilló.
Ricardo Monreal rechazó que la reforma sea inconstitucional y precisó que no se están descartando las energías limpias, sino que sólo se regula un orden para su uso.
A pesar de los intentos de la oposición de modificar el dictamen, al final el proyecto fue aprobado sin moverle una coma, como lo pidió el presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que se remitió al Ejecutivo para su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Cuando el dictamen ya había sido aprobado, la senadora por Morena, Lucía Trasviña, celebró con un "¡Viva el presidente Andrés Manuel López Obrador, cabrones!"