Este miércoles, los fieles católicos recibieron la ceniza con la que inicia la cuaresma de manera inusitada; algunos la tuvieron antes en sus hogares, otros la fabricaron y los menos, acudieron a las iglesias a recibirla de manos de los sacerdotes.
La Arquidiócesis Primada de México organizó horarios específicos para que en algunas iglesias, como la Catedral Metropolitana, en donde solo el 25% del aforo tuvo permitido ingresar, recibieran no en la frente, sino en la cabeza para no tener contacto físico, la marca que los renueva en la fe y sin mediar palabra para reducir el riesgo de contagio por Covid-19.
Para las personas y familias que la recibieron previamente, pudieron seguir la transmisión especial por redes sociales, la cual fue encabezada por Monseñor Luis Manuel Pérez Raygoza, obispo auxiliar de la Arquidiócesis, quien recordó a los católicos que los meses que ha durado la pandemia, nos han recordado lo frágiles que somos y que la seguridad solo está en Dios.
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Durante la transmisión con duración de una hora, dio instrucciones a las familias para aplicarse entre ellos mismos la ceniza, la oración "Me arrepiento y creo en el evangelio", no fue repetida como tradicionalmente se hace, sino dicha sólo de manera inicial para evitar esparcir saliva.
La iglesia católica recomendó previamente a quienes no pudieran acudir a los templos, que hicieran obras de caridad en sustitución y algunas personas crearon círculos de oración a través de redes sociales y WhatsApp, como Isabel Torres Loredo, quien dijo que no necesitó ir a la iglesia para renovar su fe, especialmente ante el riesgo que representa la pandemia.
Otros, como el señor Felipe de Jesús González, católico activo que cada año asiste con su familia tomar ceniza, lamentó que en esta ocasión las iglesias permanecieran prácticamente vacías y solo se les entregara a la mayoría, bolsitas con la ceniza para ponérsela ellos mismos.