La Ley General de Salud debería establecer un Registro Nacional de Donador Voluntario con fines de trasplante, en modalidad digital.
Lo anterior, con el fin de facilitar el registro de ciudadanos que están dispuestos a permitir el uso de sus órganos y tejidos al momento de fallecer, planteó el diputado federal de Morena, Alejandro Carvajal.
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El congresista presentó una iniciativa de reforma en la materia, con el fin de fomentar la donación de órganos en el país.
Planteó que el instrumento señalado permitiría identificar a potenciales donadores, así como poner en acción a coordinadores hospitalarios de donación, para verificar si los inscritos consintieron donar sus órganos, sus familias están al tanto y si es viable un posible trasplante.
Registro Nacional de Donador Voluntario
Dicha herramienta, planteó el promovente, será una plataforma digital para inscribir el consentimiento expreso de ser o no, donador voluntario de órganos y tejidos.
La donación podrá constar por escrito y también de forma digital, y contempla modalidades como la "disposición total del cuerpo" así como "disposición limitada", cuando la donación se autorice con respecto a determinados "componentes".
También permitirá detallar si la donación se hace a favor de determinadas personas o instituciones, el moto, lugar y tiempo y cualquier otra circunstancia a la que deberá sujetarse la donación.
Prevé autorizar a "disponentes secundarios" a dar consentimiento sobre el destino de órganos y tejidos, cuando el donante no pueda manifestar su voluntad.
Señala que la voluntad de donación expresa por mayores de edad con capacidad jurídica, en ningún momento podrá ser revocada por terceros, su decisión deberá ser respetada y sólo el donante podrá revocar el consentimiento otorgado inicialmente.
Consentimiento tácito
La reforma propuesta por el congresista, añade que se contemplará el "consentimiento tácito" del donante, cuando no haya manifestado negativa a que sus tejidos y órganos sean utilizados para trasplante.
La figura aplicará cuanto den su aprobación cualquiera de las siguientes personas: el o la cónyuge, el concubinario, concubina, descendientes, ascendientes, hermanos, adoptados o el adoptante. Si uno o más de los señalados se encuentra presente, se dará "prelación" al consentimiento tácito.
Añade que el documento donde la persona manifieste que no será donador, podrá ser "privado", público o digital y deberá estar firmado por el interesado. Su negativa será válida si consta en alguno de los documentos públicos de la Secretaría de Salud.
Otros registros de donadores
Puntualiza que el Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA) implementará el Registro Nacional de Donador Voluntario.
Para ello, tendrá un plazo de hasta un año; y hasta dos años para llevar a cabo las modificaciones administrativas necesarias, para contar con el mecanismo de consulta digital del citado instrumento.
Aunado a ello, mantendrá a su cargo el Registro Nacional de Trasplantes, el cuál integrará datos de receptores considerados candidatos a recibir un trasplante, proporcionados por hospitales e instituciones de salud nacionales y estatales.
También registrará los casos de muerte encefálica en los que se haya concretado una donación, así como datos de los órganos y tejidos que hayan sido trasplantados.
La iniciativa de reforma añade que el Centro Nacional de la Transfusión Sanguínea, reportará los trasplantes de células troncales que tengan lugar.
Escasez de donaciones y donadores de órganos
Carvajal Hidalgo refirió que la donación de órganos es un reto en México y el resto del mundo, por la escasez de órganos, la falta de donantes y el incremento de pacientes que requieren un trasplante.
Refirió que de acuerdo al CENATRA, el 62.5 por ciento de las posibles donaciones no se concretan, debido a la negativa de familiares, por desconocimiento de la voluntad del posible donante, desconfianza en los procesos de trasplante y falta de información.
Negativa de los familiares y COVID-19
Agregó que un estudio del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, detectó que la principal causa de la negativa de los familiares a que se utilicen los órganos y tejidos de algún familiar fallecido, es el desconocimiento de la voluntad del mismo.
A la problemática en cuestión, agregó, se sumó el impacto negativo de la pandemia por COVID-19, en las acciones de donación y trasplante.
El mismo CENATRA reportó que en los primeros meses de la pandemia, la actividad en la materia cayó más del 90 por ciento en naciones como Francia y más del 51 por ciento en Estados Unidos; mientras que en Latinoamérica también se reportó una reducción, no detalló en qué medida, de donaciones y trasplantes.