Con el panel "Retos y oportunidades en la seguridad corporativa" llegó a su término el Diplomado de Seguridad e Inteligencia Corporativa, resaltando la cifra de que este sector de la industria genera un millón de empleos y aporta el 1.7 del PIB, en México.
Durante el encuentro, las y los egresados de la primera generación del diplomado de la UDLAP Jenkins Graduate School, tuvieron la oportunidad de escuchar las reflexiones de expertos como Dora Cortés, responsable de seguridad para Cargill México; Antonio Gaona Rosete, director de Seguridad de CODERE; Fernando Gómez Villarreal, Chief Security Officer de Gentera, y Dagoberto Santiago Toledo, Senior Security Director de PepsiCo.
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Antonio Gaona Rosete, director de Seguridad de CODERE, señaló que las empresas mexicanas requieren ejecutivos de seguridad corporativa con valor agregado en sus perfiles profesionales que les permita implementar estrategias que contribuyan a los objetivos empresariales, así como desarrollar una visión analítica que vaya más allá de la parte operativa, para identificar riesgos.
Por su parte, Dora Cortés, responsable de seguridad para Cargill México, compartió con las y los asistentes, los desafíos en temas de diversidad e inclusión.
Señaló que las y los responsables de las áreas de seguridad en las instituciones deben ser agentes de cambio que fomenten el entendimiento respecto a prejuicios en el sector.
Fernando Gómez Villarreal, CSO de Gentera, se refirió a las numerosas certificaciones que se brindan para personal de seguridad, sin embargo, precisó que las habilidades y el talento son factores fundamentales para la incursión a los puestos directivos en el ramo.
Dagoberto Santiago Toledo, presidente de GEMARC y Senior Security Director de PepsiCo, compartió con los asistentes su experiencia de diseñar, junto con la UDLAP Jenkins y el doctor Mario Arroyo, así como un comité conformado por destacados profesionales en el ámbito de la seguridad, un programa académico que brindara a las y los responsables de inteligencia corporativa las herramientas necesarias para seguir con su profesionalización en el sector.
Santiago Toledo se congratuló conocer y reencontrar a profesionales de diversas ramas empresariales, nacionales y transnacionales, comprometidos con la salvaguarda de las industrias y personal.
En entrevista, Armando Zúñiga, presidente de la Coparmex CDMX, quien asistió como invitado especial, habló sobre los retos de la seguridad corporativa en el sector privado, un sector relativamente joven en nuestro país –aproximadamente 30 años– y que, a lo largo del tiempo se ha ido profesionalizando para poder ofrecer seguridad a las empresas, tanto al personal como a los clientes, así como brindar certidumbre para que lleguen mayores inversiones y mantener las que ya se tienen para beneficio de la economía en el país.
El también presidente de ASUME, Agrupaciones de Seguridad Unidas por México, destacó la labor de las universidades que ofrecen programas académicos de excelencia para seguir preparando a las y los directores de seguridad corporativa, quienes tienen la responsabilidad de resguardar a las personas, las instalaciones críticas, los activos y empresas en general.
Señaló que la seguridad privada es un sector estratégico, y es que "prácticamente el 100% de las empresas a nivel nacional, públicas y privadas, utilizan estos servicios" ya sea desde personal de guardia, sistemas de alarma, blindajes, tecnología, traslado de valores, entre otros, lo que representa el 1.7 de PIB nacional, y genera alrededor de 1 millón de empleos.
La pandemia ha modificado los controles de seguridad en las empresas. Surgió la necesidad de que el personal, además de resguardar las instalaciones, se tenga que implementar estrategias para cuidar el aspecto sanitario, es decir la bioseguridad se integra a la seguridad privada.
"El sector empresarial tuvo que capacitar a personal de seguridad, de manera muy rápida, para atender la emergencia. Fue una gran contribución de la seguridad privada implementar los protocolos necesarios para evitar la propagación del virus en las instituciones que no pudieron cerrar operaciones y también en la reactivación de las mismas", indicó.
Gonzalo Enrique Alamillo, responsable de seguridad para Grupo Alsea para México, con más de 25 años en el sector, y egresado del diplomado, destacó la importancia de intercambiar y compartir experiencias, desde diferentes perspectivas, con colegas de otras industrias.
Celebró que exista en el ramo de la seguridad corporativa el interés de continuar desarrollando perfiles cada vez más profesionales.
La primera generación del Diplomado en Seguridad e Inteligencia Corporativa de la UDLAP Jenkins está conformada por 30 profesionales, quienes tuvieron que pasar por un minucioso proceso de selección que les permitió cursar el programa académico.