El ex fiscal de Justicia de Guerrero, Iñaki Blanco, compareció por tercera ocasión ante la Fiscalía General de la República (FGR) por el caso Ayotzinapa.
En entrevista, dijo que es delicado que, como parte de las investigaciones, el Ministerio Público esté tomando en cuenta testimonios de algunos delincuentes que han decidido colaborar, porque estas personas son capaces de "vender su alma al diablo".
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"En mi experiencia como procurador, como fiscal, como agente del Ministerio Público, siempre fui enemigo de utilizar este tipo de testimonios, son personajes con vínculos estrechos con la delincuencia organizada y que muchas de las veces son capaces de vender su alma al diablo con tal de aportar supuesta información sobre un determinado hecho o caso".
Asimismo, el ex servidor público señaló que se sigue sosteniendo buena parte de la narrativa de origen a la que dio inicio la Fiscalía General de Guerrero, en el sentido de la participación del grupo criminal de Guerreros Unidos.
"Hay buena parte de la narrativa de origen a la que dio inicio la Fiscalía General del estado de Guerrero que se sostiene. La autoría material e intelectual de los hechos radica en una organización delictiva conocida como Guerreros Unidos, ahí están los chats de Chicago, las intervenciones legales de la DEA; ahí están unos chats que nos dieron a conocer hace unos días por parte de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia. Tienen que ver con trabajos del Ejército, en donde queda más que claro que fueron las cabezas de los Guerreros Unidos, sus gatilleros, sus lugartenientes, de los que tuvieron que ver en este hecho".
Iñaki Blanco recordó que en su primera comparecencia estuvo retenido 48 horas en la entonces Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), y la segunda fue ante la Fiscalía del caso Ayotzinapa, la cual se prolongó por ocho horas.