El expresidente de Bolivia Evo Morales Ayma se negó a opinar abiertamente sobre la reforma que impulsa el mandatario Andrés Andrés Manuel López Obrador para proteger el Litio mexicano pero recordó que una vez que su gobierno decidió nacionalizarlo inició el golpe de estado que casi le cuesta la vida.
En conferencia de prensa en el marco de su participación en el XXV Seminario Internacional "Los Partidos y una nueva Sociedad", organizado por el Partido del Trabajo, el ex mandatario dijo estar muy sorprendido "y me convierto en admirador del Presidente Andrés Manuel, (quien) se lanzó a Celac que es la otra forma de integración", porque es la otra OEA sin Estados Unidos y agregó que con ese país nunca se podrá erradicar el narcotráfico y el terrorismo.
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En este sentido recordó que ante esta postura "saluda la política que ha implementado el gobierno de México y lo instó a tomar las mejores decisiones sobre su propia política energética, ya que desde su experiencia el intento de asesinarlo a él y parte de su gabinete en una acción que acusó fue orquestada por Estados Unidos e incluso por Inglaterra, cuando su país demostró que podía impulsar una industria manejada por el país que podría haber impuesto incluso de este energético a nivel mundial.
Dijo que la industria del Litio debe estar en manos del estado y no de las industrias y con ello las naciones de America Latina pueden convertirse en potencias, "es el gran sueño que tenemos".
Acompañado por el líder nacional del Partido del Trabajo en México, Alberto Anaya, el mandatario boliviano agradeció la donación que el presidente López Obrador hizo a su país de más de 300 mil vacunas para la Covid-19, la eliminación de la visa para ingresar a este país para sus ciudadanos y otras acciones de colaboración entre ambas naciones.