En la Cámara de Diputados, las bancadas del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido de la Revolución Democrática (PRD) emitieron posturas frente al envío de la reforma constitucional propuesta por el Ejecutivo Federal en materia eléctrica.
Por separado, pese a que ofrecieron salir a enfrentar el tema en conjunto, los panistas fueron contundentes en adelantar que se oponen totalmente contra el planteamiento del Primer Mandatario.
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En tanto, la bancada perredista se limitó a señalar que analiza la iniciativa en cuestión y cuando haya finalizado esa revisión, establecerá una "postura integral".
No se aceptará ningún cambio que afecte los intereses ciudadanos, perfiló el coordinador del Sol Azteca, Luis Espinosa Cházaro.
Bloque de oposición desunido
Más de 12 horas después de que el Presidente de la República hiciera públicos los cambios constitucionales que pretende hacer en el sector eléctrico, los legisladores del PAN y PRD emitieron comunicados, mientras que la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) no ha hecho referencia alguna al tema.
Los congresistas del PAN plantearon los cinco motivos iniciales por los que se oponen completamente al proyecto de reforma que, dijeron: atenta contra el libre mercado, incrementa el control del Estado y afecta alas familias mexicanas.
También desaparece órganos que funcionan, en referencia a las instancias reguladoras del sector energético; viola tratados internacionales; y cancela los certificados de energías limpias.
Expresaron que la reforma generará efectos "desastrosos" en distintas áreas de la vida nacional, afectará la inversión, provocará la salida de capitales y contrario a lo que el Ejecutivo prevé, generará una falta de suficiencia en el suministro del servicio eléctrico.
"Esta reforma impactaría con tarifas más elevadas a los consumidores, teniendo consecuencias negativas para los bolsillos de las familias mexicanas, pues reduce la competencia", criticaron.
Aunado a que deja de lado la generación de energías limpias, agregaron, viola disposiciones del T-MEC al impulsar la "estatización de la industria eléctrica, creará un monopolio estatal inviable, en cumplimiento de la "obsesión presidencial" de concentrar.
Los panistas en San Lázaro reprobaron la desaparición de los órganos reguladores del sector, al afirmar que esa decisión es propia de regímenes antidemocráticos y dictatoriales.
Adelantaron que defenderán y promoverán un modelo energético nacional que incluya de manera preponderante a las energías limpias, y anticiparon que los cambios serán insostenibles, en caso de que lleguen a aprobarse en el Congreso.
Las modificaciones propuestas por el Ejecutivo, sentenciaron, tendrán un enorme costo económico, social, comercial y legal, por lo que no las respaldarán en ningún aspecto.
En tanto, el líder de los diputados perredistas, dijo que la alianza legislativa "Va por México" revisará con todo cuidado el documento del Presidente, que propone "volverá esquemas ya superados y que han superado su inviabilidad".