En México, los humedales desaparecen tres veces más rápido que los bosques, alertaron científicos.
En el marco del Día Mundial de los Humedales, a celebrarse este 2 de febrero, se alerta que estas superficies temporal o permanentemente inundadas, se encuentran en peligro.
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Dado que los manglares pueden fijar hasta el doble de carbono que las selvas tropicales, su destrucción nos deja con menos oportunidades para enfrentar el cambio climático, por lo que es indispensable detener la pérdida de esos hábitats, e incluso, incrementar su extensión, llamó Juan Núñez Farfán, del Instituto de Ecología de la UNAM.
Apuntó que el problema ambiental más importante que enfrenta la humanidad, el aumento de la temperatura global, debe mitigarse de alguna forma.
Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y el uso de energías limpias, son algunas alternativas, pero también se debe incrementar la captura de carbono de la atmósfera.
Para Fernando Álvarez Noguera, del Instituto de Biología, los humedales, como ecosistemas, son de los más importantes sumideros o reservorios de carbono, pero, "algunos colegas han calculado que de 1900 a 2010 se había perdido alrededor de 60 por ciento de los humedales en México, lo cual es una barbaridad. Y no es que desaparezcan totalmente, sino que su tamaño se ha reducido drásticamente".
El valor de los humedales (superficie temporal o permanentemente inundada) además de ser estético, turístico o de esparcimiento, radica en que albergan una enorme diversidad biológica al ser el hábitat de plantas, invertebrados, peces, anfibios y aves; además de que son fundamentales para almacenar agua, recargar los mantos acuíferos, regular el clima y las inundaciones, así como para producir alimentos, agregó.
Los ecosistemas costeros, en particular los manglares, brindan una variedad de servicios ambientales: sostienen gran parte de la producción pesquera y funcionan como barreras contra huracanes e intrusión salina; purifican el agua al absorber contaminantes y como fuente de agua dulce son esenciales para la vida en el planeta, además de ser una de las soluciones más factibles e idóneas para mitigar el cambio climático, coinciden en señalar los científicos de la UNAM.
El Día Mundial de los Humedales se celebra en conmemoración de la firma de la Convención sobre los Humedales, en Ramsar, Irán, el 2 de febrero de 1971, que desde hace medio siglo reconoce la importancia de conservar estos ecosistemas; fue suscrita por 70 países, y hasta enero de 2016 integraba a 169 naciones.
Estas áreas terrestres saturadas o inundadas de agua de manera estacional o permanente, se encuentran en casi todo el planeta. Hay continentales -acuíferos, lagos, ríos, arroyos, marismas, turberas, lagunas, llanuras de inundación y pantanos- y costeros -manglares, marismas de agua salada, estuarios, albuferas o lagunas litorales y praderas de pastos marinos.
En nuestro territorio, uno de esos ejemplos es el de Cuatro Ciénegas, Coahuila.