La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), Nashieli Ramírez Hernández, llamó a implementar estrategias de atención y mediación con las infancias y adolescencias "ante el posible y predecible aumento de la conflictividad social" ante la epidemia del Coronavirus; así como a "evitar la estigmatización y discriminación de los jóvenes como los responsables del incremento de contagios de Covid-19.
"En muchos países, incluyendo México y los de la región, se apunta contra las y los jóvenes como responsables del incremento de contagios, por ser una población para la que las medidas de distanciamiento social y la falta de movilidad han tenido un impacto mayúsculo", apuntó la ombudsperson capitalina, en el marco de la XI Asamblea del Instituto Latinoamericano del Ombudsman-Defensorías del Pueblo (ILO) y del Seminario Virtual Hermanas Mirabal "Derechos Humanos en el marco de situaciones excepción, Rol de las Instituciones de DDHH".
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En su exposición sobre la "Mirada generacional de los DDHH en el marco de la pandemia (infancia, adolescencia y juventud)", Ramírez Hernández enfatizó que en el marco de la pandemia, las infancias y juventudes han quedado "invisibilizados", con poca información desagregada en términos sanitarios; aunque se sabe que las y los niños de cero a nueve años significan 4% del total de casos, y entre jóvenes de 15 a 24 pasó de un promedio mundial de 4.5%, y ha creciendo hasta 15% o 20%.
Esas cifras, agregó Ramírez, "han llevado a suponer que el impacto de la pandemia es menor entre niñas y niños, pero no es así, mucho menos en términos del ejercicio de sus derechos humanos, sobre todo los Económicos, Sociales y Culturales, ante las medidas de distanciamiento social que se les han impuesto y que de manera evidente repercuten en el disfrute de su derecho a la educación, con la modalidad a distancia, e incrementado la brecha de desigualdad, tanto en el nivel básico como entre jóvenes en nivel universitario; además se aprecia un impacto mayor en menores de 18 años de la pobreza, e inestabilidad en la salud mental, ansiedad y estrés, en comparación con la población adulta.
Además, han empeorado las condiciones para las y jóvenes quien se ha vuelto más vulnerables para integrarse al mercado de trabajo.
En cuanto a su salud reproductiva y derechos sexuales, las y los jóvenes tampoco han podido tener un seguimiento, además de que persisten altos niveles de violencia y de conflictividad social.
"Están aumentando las violencias en las familias, al interior del hogar, y de continuar en este contexto adverso, aumentará la conflictividad social, ante lo que nos toca a los Ombudsperson, a las instituciones del Sistema No Jurisdiccional, avanzar sobre los procesos de mediación e interlocución para contener lo que se viene", subrayó la ombudsperson capitalina Ramírez Hernández.
Por lo pronto, para responder a preocupaciones y cuadros de ansiedad y estrés entre las más de 40 mil Niñas, Niños y Adolescentes que participaron en la Consulta Infancias Encerradas, la CDHCM impartió talleres virtuales sobre duelo, empatía y manejo emocional para más de 4 mil personas cuidadoras.
La CDHCM no solo está obligada a proveer servicios y atención a la infancia y la adolescencia, también debe promover e incidir en las instituciones de Estado para el pleno ejercicio de todos los derechos a niñas, niños, adolescentes y jóvenes, concluyó Ramírez Hernández.