El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, pidió no "caer en el espejismo" de que la reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF) cambiará, por sí sola, la realidad en materia de justicia
Al participar en el en el conversatorio "La reforma constitucional al Poder Judicial Federal", organizado por la Facultad de Derechos de la UNAM; el también titular del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) destacó que la reforma judicial no pretende ser una reforma integral de la justicia mexicana, ya que ello implica la intervención de muchas otras entidades de gobierno, además de que se requiere de una revisión de la justicia local y del sistema de procuración de justicia.
*Información relacionada: INE determina continuar con prestaciones laborales para mandos medios
Agregó que dicha reforma no debe ser vista como el punto de llegada, sino de partida hacia nuevos retos.
"No podemos caer en el espejismo que, a veces, nos pasa mucho a las abogadas y a los abogados de creer que la mera reforma modifica la realidad. Esta reforma lo que va hacer es darnos todos los instrumentos que ya se vienen trabajando desde hace dos años, consolidarlos a nivel institucional para poder ir generando un nuevo perfil de servidor público, juzgador y juzgadora en el Poder Judicial Federal que esté a la altura de los retos del mundo moderno y de una sociedad tan compleja como esta".
Asimismo, Zaldívar Lelo de Larrea hizo un llamado a redoblar los esfuerzos para dejar atrás la justicia elitista.
"No puede haber justicia en un país en que las cárceles están llenas de inocentes, cuyo único delito fue la pobreza. Debemos hacer todos nuestros esfuerzos para avanzar y dejar atrás una justicia elitista en donde la diferencia es tener dinero para pagar un abogado o tener relaciones y contactos. Este eje de la reforma es sumamente importante, el Instituto de la Defensoría Pública.
Finalmente, el titular del Alto Tribunal aseveró que ante el ambiente de polarización y de desconfianza que se registra a nivel mundial, los abogados y los jueces deben ser un camino de conciliación y enviar mensajes de unidad y concordia.