Karla Helena y Cristopher, desaparecidos la madrugada del 29 de agosto en el Bar Quito, ubicado en la colonia San Miguel Amantla, alcaldía Azcapotzalco, no están implicados con ninguno de los agresores que desataron la balacera en el interior donde dos personas resultaron heridas.
Las investigaciones efectuadas por la Fiscalía General de Justicia están en busca de los datos que hilen los hechos de violencia y la desaparición de ambos jóvenes que, este martes cumplen 10 días desaparecidos.
De Miguel, se sabe que, días antes de los hechos estuvo en la zona de la Lagunilla y su actividad era la venta de aguas frescas en el barrio de Tepito, sin vinculo alguno con de grupos delictivos que operan en esa zona, mientras que de Karla las autoridades tampoco han establecido alguna liga delictiva que haya originado su desaparición.
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La Fiscalía detectó también que dicho bar tenía un amplio margen de operación, ya que la fecha en que ocurrió la balacera, el bar Quito violó las disposiciones sanitarias del Gobierno de la Ciudad de México.
Pasó por alto el semáforo epidemiológico en color naranja, así como sus restricciones.
Las disposiciones de la Jefatura de Gobierno señalan que ningún establecimiento puede operar como bar, a menos que se haya reconvertido a restaurante y con un horario de servicio al público hasta las 23 horas, con el 30 por ciento de ocupación.
Contrario a esa normatividad, dicho antro convocó al denominado “After Party” con la presencia del grupo Traficantes del Merengue, así como de otros seis Djs.
El pleito entre miembros de grupos delictivos antagónicos ocurrió aproximadamente a las 00:50 horas, es decir casi a la 01:00 de la mañana, horario que viola las disposiciones del semaforo epidemiológico.
La Policía de Investigación, documentó que en dicho antro resultó lesionada Brenda Chávez Morales de 30 años, quien relato que se encontraba conviviendo dentro de ese antro cuando se suscitó una riña y uno de los involucrados sacó un arma de fuego que accionó y le causó lesiones en el pie izquierdo.
La mujer fue trasladada al hospital Rubén Leñero, donde también arribó Francisco Zavala García, de 37 años con un impacto de proyectil de arma de fuego en la espalda.